lunes, 29 de enero de 2018

Pepita Inglés («Rosario»), miliciana anarcosindicalista ejecutada en 1937


Milicianas de CNT y FAI en Barcelona-Julio 1936 (Archivo CNT-Madrid)

Pepita Inglés fue una miliciana anarcosindicalista que nació alrededor de 1910 en Cartagena, Murcia. Apenas si pudo asistir a la escuela, teniendo que trabajar desde una edad temprana. Sin embargo, consiguió una cierta cultura a través de su perseverancia y de forma autodidacta.
      Emigró a Barcelona una vez casada con su compañero Mariano Sánchez, participando el 19 de julio de 1936 en la lucha antifascista de las calles de Barcelona que evitó el triunfo de la sublevación rebelde en dicha ciudad.
      El 24 de julio salieron Pepita y Mariano con la Columna Durruti hacia el Frente de Aragón, dejando a sus dos hijos en Barcelona.
      Al llegar a la carretera que conducía a Pina de Ebro (Zaragoza), los fascistas bombardearon desde el aire la Columna y algunas mujeres de las milicias decidieron en ese momento regresar a Barcelona ante la cruel realidad de la guerra. No fue el caso de Pepita...quien en los primeros ataques para conquistar Pina perdió a su compañero y padre de sus hijos.
      Pepita, conocida también como «Rosario», se incorporó al cuerpo de tanques de la Columna, ...se necesitaba mucha sangre fría y mucha voluntad para andar metidos en aquellos tórridos y asfixiantes camiones reconvertidos en tanques en los talleres de Barcelona. 
      Participó en las batallas de Perdiguera (Zaragoza) y en los montes de Villafría (Burgos) y posteriormente luchó en el intento de capturar Quinto (Zaragoza) el 19 de noviembre de 1936. Unas semanas más tarde, en abril de 1937, tomó parte en el ataque a la ermita de Santa Quiteria, que era un punto estratégico en la cumbre de la sierra de Alcubierre que dominaba las comunicaciones con Tardienta (Huesca).
    Avanzando frente al cuerpo principal de la columna, se encontró de repente con un grupo de soldados franquistas que gritaban que deseaban cambiar de bando y desertar, «¡No disparéis que nos pasamos con vosotros!». Pepita corrió alborozada a su encuentro pero se trataba de un ardid de los fascistas y fue capturada y conducida hacia las líneas enemigas a punta de bayoneta. 
      Sus compañeros no pudieron rescatarla, y según cuenta Lola Iturbe uno de sus camaradas, al darse cuenta de la tortura y la muerte horrible que le esperaba a Pepita, avanzó rápidamente hacia el parapeto fascista y lanzó una bomba. Cuando se disipó el humo, él mismo, los soldados fascistas y Pepita estaban muertos.
      En otra versión de los hechos, según las memorias del miliciano suizo Edi Gmur, Pepita Inglés, «la única mujer que luchaba en esos momentos en su compañía» fue hecha prisionera el 18 de abril de 1937. Pepita, al oír los gritos de los fascistas que se querían pasar al bando republicano, se paró frente a los fusiles de sus camaradas, que no se fiaban de la situación y querían disparar. Esa conducta fue su perdición. Los rebeldes aprovecharon para disparar y llevarla prisionera. Al día siguiente, un desertor trajo la noticia de la ejecución de Pepita. También les llevó sus gafas. A Pepita se le ordenó que gritara «¡Arriba España!», pero les ella les gritó a los oficiales fascistas, con toda la rabia que pudo, fue «¡Sois unos hijos de puta!», sonando las detonaciones en ese momento. Esta segunda versión está avalada porque según un informe de la Guardia Civil de Pina solicitado en un Consejo de Guerra se hablaba de Pepita y se escribía que «tiene gafas, es morena, pequeñita y regordeta».  Este dato no se sabía hasta ahora, y por otra parte comparte el comentario de Lola Iturbe: «Pepita era pequeñita y muy viva...».
     Otra heroína anónima...

Inspirado en:
Lola Iturbe, «La mujer en la lucha social. La guerra civil de España». Editores mexicanos unidos S.A, 1974.    págs. 109-11.

sábado, 27 de enero de 2018

Felisa Martín Bravo, primera doctora en Física.

Felisa Martín Bravo, 1928. Fuente: Archivo de la Agencia Estatal de Meteorología

Mujer desconocida y científica valiosísima, Felisa Martín Bravo (San Sebastián-1898, Madrid-1979) se doctoró en Ciencias Físicas por la Universidad de Madrid a la edad de 28 años. Su tesis, estudio pionero en España, fue la “Determinación de la estructura cristalina del óxido de níquel, del óxido de cobalto y el sulfuro de plomo” (1926). 
     Después de una estancia en los EE.UU., volvió a España y en 1929 se convertirá también en la primera mujer que ingresó en el Servicio Meteorológico Nacional, primero como auxiliar y más tarde, ya después de la guerra, como meteoróloga.
      Por último, y para terminar como mujer pionera, en el bienio 1973-1974 fue elegida Presidenta de la Asociación Metereológica Española
       Hay aspectos de su vida que han quedado en una nebulosa, lo cual no es motivo para situar a Felisa en el cuadro de honor de las mujeres científicas en España.
     Por ejemplo, se sabe que estuvo trabajando en el Servicio de Meteorología de la República hasta su traslado a Valencia en el otoño de 1936, cuando el gobierno y las instituciones civiles se trasladaron a una ciudad más segura. No se saben los motivos, pero Felisa decidió no ir a Valencia y fue cesada en su cargo.
     Tampoco se aclara demasiado cómo pasa de Madrid a San Sebastián para dirigir, «de forma accidental» (por ser mujer y civil) el Observatorio meteorológico de Igelda después de la ocupación franquista, en noviembre de 1937. No había nadie mejor que ella para dirigir un organismo vital en el transcurso de la guerra, tanto que pasó a depender del Ejército del Aire. Como cosa curiosa, los estudiosos Juan Núñez y Carmen Carbonell (1) aseguran que fue la primera Comandante del Ejército del Aire por este puesto de Directora que ocupó hasta junio de 1940.
    Cuando volvió a Madrid con su esposo fueron sometidos a un proceso de depuración por su vinculación con la República, y además, quiero recordar ahora, que su hermana Rosalía estaba casada con el poeta y dramaturgo Alejandro Casona, destacado republicano ya en el exilio, y tuvo que dar cuenta de ese hecho.  
      De Rosalía ya hablaremos en otra ocasión...

Para saber más:
Carmen Magallón Portolés, artículo sobre Felisa:

(1) «100 AÑOS DE DERECHOS: LA PRIMERA MUJER ESPAÑOLA DOCTORA EN FÍSICA»:
https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/40454/Pages%20from%20Investigacion_Genero_103-681-1256-8.pdf?sequence=1


viernes, 26 de enero de 2018

Republicana Ana París, el horror fascista hasta el final...

Ana París, 1932. Fuente: Olivia Carballar en http://maspublico.org/asi-asesinaron-a-ana-paris-2/



El 5 de febrero de 1938, hace casi 80 años, ejecutaron por garrote vil a una mujer en la Prisión Provincial de Sevilla. No se conoce el caso de ninguna otra mujer estrangulada de esa forma en Andalucía. ¿El motivo? Ser una republicana y militante sindical que se opuso a los facciosos en las primeras horas de la sublevación de los generales fascistas del 18 de julio de 1936. ¿Su nombre? ANA PARÍS GARCÍA.

        Ana París García vivía en la calle Pérez Galdós de La Roda de Andalucía (Sevilla), importante nudo ferroviario próximo a Bobadilla (Málaga). Estaba casada con Juan Aniceto Díaz, tenía 38 años, una hija de cuatro años (Manoli) y un hijo de uno (Rafael). En tiempos del Frente Popular, fue Presidenta de la sección femenina de la UGT en la Casa del Pueblo. Ese fue su «delito». También que hiciera trabajo de proselitismo entre las mujeres del pueblo para afiliarlas, y que el 20 de julio del 36 animara a los hombres para que lucharan por la República y que «si no tenían armas que cogieran hoces, entregando ella misma varias de ellas», según le acusaron.
        En La Roda, después de algunas escaramuzas y momentos de indecisión, no triunfaron los golpistas de Queipo de Llano y desde el 21 de julio, tras la llegada de una columna de milicianos de Málaga, se instauró definitivamente el régimen republicano.
      Pero desde la ocupación del pueblo por la Columna del comandante Castejón el 29 de julio, la detención de Ana fue prioritario para los fascistas haciendo continuas averiguaciones sobre su paradero. La realidad es que Ana había rechazado la propuesta del comité republicano de La Roda de huir en tren a Málaga, pero ella sola y prefirió coger una bestia y ponerse en marcha con la familia. Después de una peregrinación por varios pueblos de los alrededores (Bobadilla, Antequera, Humilladero y Colonia de Santa Ana), fue denunciada en este último poblado y entregado a los falangistas, que la llevaron a La Roda y fue encarcelada hasta su posterior traslado a Sevilla. Previamente, en Antequera, después de un duro bombardeo franquista, su marido huyó solo y dejó a Ana y los niños alojados en la Casa del Pueblo para que volvieran al pueblo. A mediados de agosto de 1936 sería... No se imaginaba lo que iba a pasar después...
      La saña fue inimaginable. ¡Y era una mujer! Se le acusó, como a todos los republicanos que detuvieron, de participar en las muertes y ejecuciones de aquellos días de gobierno republicano. Y también del hecho de que en su casa se alojara «la sujeta» que había dado muerte al general retirado Ciriaco Iriarte.
Su suerte estaba echada. Trasladada a Sevilla y condenada a muerte en 1937, la ejecución tuvo lugar a primeros de 1938. A Ana nunca se le pasó por la cabeza que su muerte sería por garrote vil. El fusilamiento sólo sería un momento: un disparo y ya está. Un segundo con el que se pondría fin a la tortura. Ese era su único consuelo.
      Pero, poco después «y cuando parecía que Ana encontraba fuerzas, entraron funcionarios de la prisión para decirle que sería ahorcada y que una celadora tenía que pelarla antes. En ese momento, Ana se hundió completamente... El haber pensado que iba a ser fusilada y, de pronto, de forma brusca, conocer que sería ahorcada, fue superior a su capacidad de resistencia. Finalmente, se levantó, y cuando se la llevaban para pelarla y ejecutarla, se volvió hacia Dulce del Moral, su compañera de celda, y, quitándose unas horquillas del pelo, le dijo que se las diera a su marido cuando llegara a verlo, y le dijera que era lo único que podía darle...», cuenta el historiador José María García Márquez.
     Y lo más grotesco y dantesco, si cabe, ocurrió en el momento de su ejecución: “Se había ordenado a la celadora del departamento de reclusas que en la tarde anterior cortaran los cabellos a la mujer que había de ser ejecutada en la mañana siguiente, procurando dejar el cuello completamente despejado y libre de todo pelo. Como quiera que dicho corte no se realizó en la forma ordenada y debida, al colocar el verdugo el corbatín en el cuello de la condenada y manipular el torniquete, se enredó éste en los cabellos impidiendo la muerte fulminante como debía ser en funcionamiento normal, obligando al ejecutor a volver a colocar mejor el aparato, levantando bien los cabellos que estorbaban y consumándose así la ejecución, tras los naturales momentos de angustia de la víctima y del nerviosismo de los asistentes”, detalla José María García Márquez.

¡NI OLVIDO NI PERDÓN!

VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN


Para saber más:
 
http://www.foroporlamemoria.info/2012/05/asi-asesinaron-a-ana-paris/, donde se reproduce el artículo de Olivia Carballar en maspublico.org

Capítulo «Sentencia ejemplar o venganza? El proceso de Ana París Garcia» de Joaquin Octavio Prieto Pérez en el libro «La Historia, lost in translation?: Actas del XIII Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea», de Damián A. González, Manuel Ortiz Heras y Juan Sisinio Pérez Garzón. Editorial de la Universidad de Castilla La Mancha. Cuenca, 2017.


(Extraído del libro en prensa de Manuel Almisas Albéndiz «El papel de la mujer en la prensa republicana malagueña, julio 1936-febrero de 1937» (Editorial El Boletín).



miércoles, 24 de enero de 2018

Francisca Ruíz Mañíz- Represión fascista en La Línea

Fuente: Vida Nueva (Málaga) del 31 de octubre de 1936


«En Gibraltar convalece una de las muchísimas víctimas de los rebeldes»

Cuenta el reportero en esta noticia que Francisca Ruíz Mañiz, de 60 años de edad, sufrió los rigores de la barbarie fascista por el solo hecho de que tres de sus hijos habían estado afiliados al Sindicato de Albañiles de la CNT. Esta es su historia:
        Francisca, vecina de La Línea, quiso pasar a Gibraltar para entregarle a uno de sus hijos, allí refugiado desde el 19 de julio, unos pantalones que necesitaba. Al ir a entrar a Gibraltar fue registrada por una matrona del servicio fronterizo, a quien llaman «la Barbera» y al encontrarle unos pantalones de hombre la denunció a los falangistas de la frontera. Éstos fueron a avisar a su jefe al que llaman «El gordo de las Pananas» y dio orden de que la llevaran al Círculo en La Línea. 
       Al llegar la obligaron a tomarse un vaso de aceite de ricino con gasolina, diciéndole que si no se lo bebía rápido le darían otro igual. A pesar de los llantos, las súplicas, y las protestas de inocencia de la anciana, los falangistas se salieron con la suya. Acto seguido la siguieron por la calle mofándose de ella y escarneciéndola. Francisca pudo llegar, no sabe ni cómo, a Gibraltar y allí su hijo al ver el estado en que se encontraba la internó en el Hospital de la colonia británica. Un médico inglés la atendió con un interés extraordinario, lleno de piedad hacia ella e inflamado de indignación hacia los asesinos falangistas. 
       Francisca se salvó de la muerte pero sufrió las consecuencias de la barbarie fascista y en ese momento seguía en estado grave y hospitalizada en Gibraltar.

¡¡ASESINOS, CRIMINALES!!

(Extraído del libro en prensa de Manuel Almisas Albéndiz «El papel de la mujer en la prensa republicana malagueña, julio 1936-febrero de 1937» (Editorial El Boletín).

martes, 23 de enero de 2018

Amparo Barayón, pianista y sindicalista vilmente asesinada


AMPARO BARAYÓN MIGUEL 
(Zamora, 1904; Zamora, 1936)

     Muchas habréis oído hablar de Ramón J. Sender, Premio Nacional de Literatura ya en 1935, y escritor conocido (aunque no tanto como quisiéramos), pero ¿quién conoce a Amparo, su mujer, compañera y madre de sus hij@s?
     Amparo fue una notable pianista pero que tuvo que ponerse a trabajar para ganarse la vida. Primero en el Café Iberia, después en la delegación del Ministerio de Agricultura y por último como comercial de ventas de Telefónica, con las oposiciones aprobadas. Todo esto lo compaginó con recitales de piano y una actividad cultural en su pueblo natal.
     En 1930 se traslada a Madrid para seguir trabajando en telefónica y se afilia a la CNT participando activamente en la huelga de 1931. Por este motivo la echaron de la empresa y subsistió con trabajos de mecanografía y clases particulares de piano. 
     Asistiendo a las actividades culturales del Ateneo de Madrid y a las reuniones del Sindicato conoció al que sería su compañero sentimental y con el que posteriormente se casaría en una ceremonia civil, Ramón J. Sender, intelectual anarquista en aquellos tiempos. En 1934 nació su primer hijo, Ramón, y en 1936 su hija Andrea. 
    El 18 de julio de 1936 el matrimonio veraneaba en la sierra de Madrid y decidieron que ella se fuera a Zamora con su hijo y su hijita de meses a casa de sus padres «donde estarían más tranquilos y a salvo». Él se fue a Madrid y se encuadró en el 5º Regimiento de Milicias y marchó al frente. 
   Ramón no volvió a ver más a Amparo. La detuvieron el 28 de agosto con su hijita Andrea y el 29 entró en prisión. El 10 de octubre le quitaron a su hijita y la llevaron a un Orfanato, y un día más tarde, el 11 de octubre de 1936,  la entregaron a un grupo de falangistas que la fusilaron en el Cementerio de Zamora. Tenía 32 años de edad.
   Amparo escribió una última carta que logró sacar entre los pañales de Andrea. Y en ella le escribía a su marido:
«No perdones a mis asesinos que me han robado a Andreína, ni a Miguel Sevilla que es culpable de haberme denunciado. No lo siento por mí, porque muero por ti. Pero ¿qué será de los niños? Ahora son tuyos. Siempre te querré».
Ni olvido ni perdón.
Verdad, Justicia y Reparación.



Para completar:
Imagen y Texto de María Torres en http://www.buscameenelciclodelavida.com/2014/08/amparo-barayon-miguel.html





lunes, 22 de enero de 2018

Tina Valladolid y las mujeres ciclistas de 1936

Fuente: Estampa de 4 de julio de 1936
Tina Valladolid, madrileña, del Club ciclista Portillo, campeona de Castilla, 1936. Se valoraba que el deporte, y destacar en él, no implicaba perder la feminidad. 

Fuente: Estampa de 13 de junio de 1936

«Las ciclistas de Madrid quieren luchar contra los hombres. 
Deporte, alegría y casticismo».

    Son tres los clubs de ciclismo que tienen socios femeninos, donde las mujeres tienen la misma ficha de corredor que los varones: Chamartín, Ventas y Velo-Club Portillo. Este último club es el que se lleva la palma en número de corredoras y en calidad, pues a él pertenece Tina Valladolid, campeona de Castilla de ciclismo y que ha hecho 100 km a una media de 30,7 km/hora. 
    Las seis ciclistas de la foto son Angelita Torres, María Álvarex, Segunda Castán, Enri Mena, Maruja López y Blanca Giner, ciclistas del Club ciclista Portillo (Madrid).




domingo, 21 de enero de 2018

Feministas de principios de siglo XX

Imagen aparecida en la portada de El País del 10 de diciembre de 1905.

    Se informa de que se reanuda el periódico La Conciencia Libre en Málaga. Su directora es Belén Sárraga. Es una lástima que la gaditana Amalia Carvia Bernal no entregara a tiempo su fotografía para su publicación, pues es la que falta en este plantel de mujeres feministas de su época,  librepensadoras, anticlericales y republicanas.

   Muy pocos meses antes, en 1904, «la propagandista republicana Belén Sárraga es condenada el día 4 de septiembre a dos meses y un día de arresto mayor, por las manifestaciones que hizo contra el general Polavieja aprovechando una visita de éste a Málaga. Polavieja, delegado regio de la Cruz Roja, había llegado a la ciudad para participar en diversos actos de la citada institución y se hospedó en el Hotel Roma. El 17 de enero, Sárraga pronunció a las puertas del hotel un discurso contra el general, a quien la prensa republicana de la época censuraba por el fusilamiento de Rizal, poeta y héroe de la independencia de Filipinas. Momentos después fue detenida por la policía».

LA LUISA MICHEL ESPAÑOLA

   Sobre este hecho se publicaba en Caras y Caretas de Buenos Aires del 22 de octubre de 1904, y se hablaba de Belén Sárraga como famosa oradora, escribiéndose: «Una especie de Luisa Michel española, Belén Sárraga, conocida por lo caluroso de su prédica contra las instituciones y la sociedad actual, ha sido procesada a causa de los gritos de rebelión lanzados por ella en Málaga».




ANTONIA FERNÁNDEZ SERVÁN, ANTIFASCISTA, COMUNISTA Y PRIMERA TENIENTE DE ALCALDE DE LA CÓRDOBA (1936)

  Imagen : A la izquierda, primera plana de La Voz (diario republicano de C órdoba) del 25 de marzo de 1936: «Constitución del Ayuntamiento...