domingo, 25 de diciembre de 2022

ANTONIA FERNÁNDEZ SERVÁN, ANTIFASCISTA, COMUNISTA Y PRIMERA TENIENTE DE ALCALDE DE LA CÓRDOBA (1936)

 

Imagen: A la izquierda, primera plana de La Voz (diario republicano de Córdoba) del 25 de marzo de 1936: «Constitución del Ayuntamiento con los nuevos gestores». A la derecha, noticia gráfica de Ahora (Madrid) del 24 de septiembre de 1936 que titulaba «Jinetes de Andalucía al servicio de la República» y debajo de la fotografía: «Una miliciana cordobesa de la columna de Caballería que ha sido citada por su arrojo en las últimas acciones».

 

Autor: Manuel Almisas Albéndiz

 

El 30 de enero de 1933 Adolf Hitler se convertía en el canciller de Alemania; en febrero tuvo lugar el incendio del Reichstag y la persecución de los comunistas; en octubre de 1933 Alemania abandonó la Conferencia de Desarme y la Sociedad de Naciones, comenzando un rearme progresivo que indignó a Europa; en junio de 1934 tuvo lugar la conocida como «Noche de los cuchillos largos» con cientos de asesinatos políticos y más de mil detenciones de opositores al régimen nazi… El clima de guerra y el ascenso del nazismo y el fascismo era la tónica dominante en el panorama internacional.

En este contexto es cuando el 15 de julio de 1934 comenzó en Madrid el primer Congreso del colectivo «Mujeres contra la Guerra y el Fascismo», donde se reunieron sesenta delegadas de Madrid y provincias, mujeres de todas las tendencias políticas (republicanas, socialistas, comunistas, etc.). Entre las intervinientes, la prensa1 destacó a la comunista Irene de Falcón y a la socialista Consuelo Álvarez (Violeta). Unas semanas después, los días 4 , 5 y 6 de agosto se celebró en París el Congreso Internacional de Mujeres contra la guerra y el fascismo, al que acudieron como delegadas Irene de Falcón, Encarnación Fuyola y Dolores Ibárruri (Pasionaria), las tres comunistas. Para el Comité Mundial que se eligió en el Congreso se designaron a la republicana Victoria Kent, a Dolores Bargalló de Esquerra Republicana, a la diputada socialista Veneranda Manzano, y además a Pasionaria y a Fuyola2.

Este fue el momento en el que el Partido Comunista comenzó la campaña de organización de las mujeres antifascistas, y Córdoba, uno de los «feudos» comunistas en Andalucía desde su fundación en 1921, y provincia donde obtuvo más votos en las elecciones generales de noviembre de 1933, no fue un excepción.

Ahora es cuando aparece en la Historia Antonia Fernández Serván, de 29 años de edad, casada con Aurelio Serván, peón manguero del servicio de limpieza del ayuntamiento de Córdoba, natural de Almoharín (Cáceres), de 34 años de edad, y ambos afiliados al PCE3.

En el diario cordobés El Sur del 11 de septiembre de 1934, aparecía en primera plana, con el sobretítulo «La lucha contra el fascismo», el manifiesto: «A las mujeres trabajadoras, en general, de Córdoba y su provincia», que comenzaba:

Salud.

Habiéndose constituido en esta ciudad la Comisión Provisional femenina de «Lucha contra la guerra y el fascismo», invitamos por medio de esta nota y otras sucesivas, a todas las compañeras que militen en organizaciones políticas de izquierda, socialistas, comunistas y apolíticas, libertarias y sin partido, republicanas de izquierda…

Este llamamiento a constituir comités contra la guerra y el fascismo en todas las barriadas, pueblos y fábricas de Córdoba iba firmado por Antonia Fernández y Josefa García, y se indicaba que los contactos de adhesión fueran enviados a Isabel Moreno Jiménez en la calle Feria n.º 3.

A las dos semanas volvía a aparecer en la misma prensa un comunicado dirigido «A todas las mujeres antifascistas de Córdoba y su provincia», anunciando que un grupo de mujeres antifascistas de Córdoba, «acuciadas por la situación presente», habían constituido ya «un Comité femenino de iniciativa antifascista y antibélica», formando una Comisión Provisional cuyo objetivo inmediato era la celebración de una «gran asamblea pública de mujeres» que daría comienzo a la acción del colectivo. Firmaban por la Comisión Provisional Francisca Castro4, Antonia Fernández y Josefa García. Las adhesiones debían enviarse a la Casa del Pueblo o al Sindicato de Dependientes. He aquí un párrafo del comunicado5:

Que el ejemplo de los crímenes que el fascismo está cometiendo en aquellos países, tales como Italia, Alemania, Austria y otros, donde ha logrado, aunque transitoriamente, clavar su pezuña de bestia, sea para nosotras como un aviso de lo que pudiera ser España, si no sabemos unificar nuestro esfuerzo para luchar a tiempo contra todas las fuerzas de la reacción más negra, que tratan de implantar en nuestro país ese régimen de oprobio.

Después de conocer este papel destacado en la formación del colectivo, no es de extrañar que Antonia hubiera sido una de las sesenta delegadas que acudieron a Madrid al Primer Congreso de «Mujeres contra la Guerra y el Fascismo» (julio de 1934), y hubiera vuelto, como allí se acordó, con la misión de organizar a las mujeres antifascistas de su ciudad.

Mujeres contra la Guerra y el Fascismo se tuvo que disolver en octubre de ese año después de la represión de la Revolución de Asturias cuando se había convertido en un referente en el auxilio de los huérfanos de los obreros masacrados, llegando a acoger en Madrid a cientos de niñas y niños asturianos, muchos de ellos en adopción. Hasta la campaña de las elecciones generales de febrero de 1936 no volvieron a organizarse actos del colectivo femenino antifascista, y de nuevo Antonia Fernández Serván estuvo al frente de las mujeres antifascistas de Córdoba, esta vez como Presidenta.

 

El 8 de marzo de 1936

En las elecciones generales del 16 de febrero de 1936 ganó el Frente Popular. Y especialmente en Córdoba donde la coalición de izquierda consiguió 10 diputados, dos de ellos del PCE. Pero eso no significó que la situación política cambiara de un día para otro, ni los ayuntamientos, ni los gobernadores civiles, y mucho menos las Cortes, que no se abrieron hasta el lunes 16 de marzo. Y todo ello con un estado de alarma decretado por el nuevo Gobierno de Azaña que instauraba la censura previa en la prensa e impedía manifestaciones callejeras, entre otras medidas represivas.

Siguiendo la consigna del Comité Internacional de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo de celebrar ese 8 de marzo, «Día de Homenaje de la Mujer», dándole un contenido de protesta y lucha contra la guerra y el fascismo. Así sucedió en Madrid donde ese Día de la Mujer se celebró un mitin multitudinario en la plaza de toros Monumental de las Ventas en el que intervinieron Catalina Salmerón -republicana-, Julia Álvarez -diputada socialista- y Dolores Ibárruri -diputada comunista-. Y como en otras grandes capitales, en Córdoba acordaron celebrar también por vez primera ese fecha.

La prensa cordobesa del 8 de marzo de 1936 informaba que el nuevo Gobernador civil había recibido la visita de Antonia Fernández Serván, «presidenta de la Asociación de Mujeres Antifascistas de Córdoba» (en otro diario se decía «Unión de Mujeres Antifascistas», pero ambas formas era la abreviada y comúnmente empleada para citar a «Mujeres contra la Guerra y el fascismo») con el fin de solicitar la autorización de una «manifestación pacífica» de las mujeres antifascistas de la ciudad, a lo que el gobernador se negó alegando la «difícil situación política» del país. En ninguna otra ciudad se autorizaron manifestaciones de mujeres para ese día, y las que se intentaron hacer, fueron disueltas por la guardia de asalto. Sin embargo, seguía diciendo la nota, el gobernador sí accedió a la petición de celebrar una fiesta a beneficio de las niñas y niños pobres de Córdoba, donde las mujeres antifascistas repartirían ropas y comida. Sin embargo, el miércoles 11 de marzo, el mismo grupo de mujeres antifascistas volvieron a visitar al Gobernador para pedir una nueva manifestación a celebrar el domingo 16, ya que se había levantado el Estado de Alarma. La prensa no publicó la respuesta del gobernador, ni tampoco hubo ninguna reseña de la misma6.


Antonia Fernández Serván, concejala de Córdoba

Hasta el 23 de marzo de 1936 no se constituyó en Córdoba la Gestora Municipal que debía gobernar el ayuntamiento de la ciudad hasta las nuevas elecciones municipales. Fue nombrada por el gobernador civil a instancias del Comité del Frente Popular, y entre los cinco concejales adjudicados al PCE se encontraba Antonia Fernández Serván, que según destacaba la prensa, era la primera mujer que ocupaba el puesto de concejal en el Ayuntamiento de Córdoba, y la primera de una capital de provincia de Andalucía.

Su intervención en el acto de toma de posesión de su cargo fue reproducido en todos los medios cordobeses:

Al levantarse para hacer uso de la palabra fue saludada por el público presente con los puños en alto y con vítores al comunismo.

Comenzó saludando a los republicanos y a sus compañeros socialistas y comunistas en nombre de la representación femenina del Partido Comunista y de las mujeres antifascistas.

Hace una llamada a los demás partidos por la falta de estima que tienen a las mujeres, las cuales desempeñan un papel decisivo en los partidos y a ellas se les debe el triunfo arrollador conseguido en las urnas.

Se lamenta de ser la única representación femenina del Ayuntamiento y dice que su misión es la de levantar a su partido, que es el único que sabe hacer comprender a las mujeres trabajadoras cuál es su camino.

Saluda a todas las mujeres socialistas, comunistas y republicanas, y dijo que está dispuesta a dar todo cuanto era y valía para defender los intereses de las clases proletarias.

Vosotros, desde la calle y yo desde este puesto, lucharemos para vencer porque es nuestra consigna.

Esta intervención, según la prensa de todos los matices, «fue muy aplaudida».

Acto seguido se eligieron a los 9 tenientes de alcalde, y en el n.º 6 se encontraba «Antonia Fernández Serván, comunista». Era algo realmente histórico en la ciudad y en Andalucía.

En la sesiones municipales siguientes será elegida para formar parte de las Comisiones de Beneficencia (su presidenta) y de Abastos, y en la prensa se comentará sus diversas intervenciones y nombramientos, pero su andadura como concejala estaba llegando a su fin.

Antes, comentar un hecho que se debió repetir en otros lugares -aunque no se tenga constancia-, y es su participación en el municipio cordobés de Castro del Río en un mitin de carácter comunista y socialista que se celebró el 1º de Abril en el patio de armas del Castillo, ante 3.500 personas. Además de Antonia, hicieron uso de la palabra el también concejal comunista de Córdoba Julio González Beneyto o el presidente de las Juventudes Socialistas Unificadas de Córdoba y futuro compromisario socialista Dimas Martínez, entre otros. Todos los participantes, según la nota de prensa, se «ocuparon de la necesidad de consolidar el Bloque popular y del asunto de la Comisión Gestora de Castro del Río destituida el 21 de marzo por el gobernador Rodríguez de León, alegando presuntas arbitrariedades»7.

El 29 de abril de 1936 comenzó una huelga general en Córdoba para exigir a la empresa Electro-Mecánica que readmitiese a cerca de sesenta obreros que había despedido años atrás en el periodo del «bienio negro». Y en el Diario de Córdoba del 2 de mayo de 1936 se informaba:

La concejala comunista doña Antonia Fernández Serván, al frente de un grupo de mujeres, recorrió varios talleres de modistas y casas particulares, para invitar a las obreras y a las criadas a sumarse a la huelga.

La señora Serván y sus acompañantes fueron detenidas, ingresando en la cárcel de Córdoba.

El gobernador, cumpliendo órdenes de la Superioridad, la destituyó del cargo de gestora-concejal del Municipio.

Así fue. En el siguiente pleno del Ayuntamiento del 11 de mayo se daba lectura a un oficio del Gobernador civil notificando su cese como vocal de la Comisión Gestora municipal. El concejal y 2º teniente de alcalde, el comunista Caballero Martínez, manifestó que «en su decidido propósito de que no se rompa el Frente Popular, sacrificaba a su compañera». Pero como afirmaba que las mujeres no cometieron coacción alguna, pedía una Comisión para visitar al Gobernador y pedirle que repusieran a Antonia en su cargo8. Otros concejales le apoyaron y la propuesta resultó aprobada. Pero el gobernador no accedió a la petición. Antonia estuvo presa durante diez días, saliendo en libertad sin cargos.

El Comité del Frente Popular procedió a nombrar un concejal que la sustituyera, y la elección recayó en el también comunista Aurelio Serván Mojonero, su marido, que tomó posesión de su acta de concejal el 3 de junio de 1936. Anteriormente, el 28 de marzo, Aurelio había sido repuesto en su cargo de peón manguero en el Servicio de limpiezas del Ayuntamiento -pues había recurrido su despido de octubre de 1934 en el «bienio negro». También fue el candidato del PCE a las elecciones a Compromisarios para la votación del Presidente de la República, consiguiendo la victoria tras los dos candidatos socialistas.

Antonia salió de la cárcel y siguió siendo Secretaria Femenina del PCE de Córdoba y presidenta de las mujeres antifascistas cordobesas. Precisamente existen noticias de su presencia durante la Feria de Córdoba que se celebró en la última semana de mayo de 1936.

Primero fue durante la rueda de prensa que dio el gobernador civil el 23 de mayo, y que recogía la prensa9:

Según tengo noticias, un grupo bastante numeroso de mujeres antifascistas iba a salir esta feria uniformadas, pidiendo dinero para su organización y colocando banderitas en las solapas de los feriantes. Con esto se molestaría a los transeúntes y podían ocasionar incidentes...

El gobernador les mandó un escrito prohibiéndoles esa actividad.

Las mujeres antifascistas de Córdoba no pudieron manifestarse por el ferial recogiendo dinero para el colectivo, pero sí pudieron montar una Caseta, con la que participaron en el Concurso de Casetas adornadas de Feria, y obtuvieron el 5º Premio.

El 24 de junio de 1936, el diario conservador y reaccionario de Córdoba, Guion, afín a la CEDA de Gil-Robles, y fundado en enero de 1936 para intervenir con virulencia en la campaña electoral del 16 de febrero, decía esto de Aurelio:

En el Ayuntamiento hay un concejal que se llama -lo diremos solamente con sus iniciales- Aurelio Serván. Además de concejal, es barrendero municipal, y cobra su sueldo como tal. Pero sin barrer. ¿Puede saberse, señor Alcalde, por qué no barre el amigo Serván? ¿Cobra? Pues a barrer, Aurelio. Menos puños en alto y más escoba.

Hay que recordar que en el Servicio municipal de limpieza estaban empleados los peones barrenderos y los peones mangueros, y Aurelio siempre fue de esta última ocupación, por lo que no tenía que barrer...amigo Guion... sino regar calles, plazas y jardines públicos.


Golpe de estado franquista, Guerra y Exilio

En Córdoba, la activa labor golpista del teniente coronel Quero Goldoni y del comandante militar de la plaza, coronel de artillería Cascajo Ruíz, unida a la labor pasiva y mojigata del gobernador civil Rodríguez de León, hicieron posible que el golpe de estado se produjese de forma casi fulminante. Según relatan los periodistas Marcelino Durán de Velilla y Manuel García Prieto en su libro apologeta del fascismo «18 de julio: Episodios del glorioso Movimiento Nacional en Córdoba»10, en la mañana del 18 de julio de 1936, cuando las noticias del inminente golpe eran aún confusas por el corte de las comunicaciones telegráficas y telefónicas decretadas esa noche por el Gobierno de Casares Quiroga, pero muy inquietantes, el Partido Comunista y las Juventudes Socialistas Unificadas se reunieron en asamblea en el Salón Capitular del Ayuntamiento. Además de los cinco concejales comunistas, entre ellos Aurelio Serván, los periodistas vieron pasar por las galerías para asistir a la reunión, entre otros militantes, a «la exconcejala» Antonia Fernández Serván -a quien llamaban despectivamente en otro pasaje «Miss Golondrino»- y a «su inseparable “amiga”, la de los lentes, presidenta de la Junta de “señoras” antifascistas». No sabemos a quién pueden referirse con «la de los lentes», que fue presidenta de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo de Córdoba después de Antonia. Francisca Castro, por la foto que se conserva de ella, anterior a 1936, no tenía gafas11. Quizás fuera la desconocida «Josefa García», citada dos veces entre las fundadoras en 1934...

La tarde del 18 de julio, ya con el golpe en marcha y leído el bando de guerra por el coronel Cascajo en nombre de Queipo de Llano, el alcalde socialista de Córdoba, Sánchez Badajoz, se atrincheró en el Ayuntamiento con muchos concejales, algunos civiles y miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas dispuestos a la resistencia. Algunos oradores desde el balcón del Ayuntamiento arengaron a los civiles presentes llamándolos a la resistencia armada; entre los oradores se encontraba Dimas Martínez. Sin embargo, el pánico se apoderó de los leales a la República, y antes de llegar a entrar en combate con las fuerzas sublevadas que se acercaban por las Tendillas después de haber rendido el Gobierno Civil, el Ayuntamiento fue evacuando, saliendo la mayoría de personas, alcalde incluido, por la puerta trasera que daba al parque de bomberos. ¿Estaban Antonia y Aurelio entre los que se encerraron en el Ayuntamiento y después pudieron escapar? Lo que sí se sabe es que no se escondieron en la capital como otros -que más tarde fueron delatados, detenidos y fusilados, como el alcalde Sánchez Badajoz y casi toda la corporación municipal-, sino que se marcharon de Córdoba hacia Cerro Muriano, al norte del término municipal, y de ahí a las poblaciones leales a la República de la sierra norte de Córdoba.

Según el Informe de conducta de la Alcaldía franquista, «estos esposos tenían su domicilio en la calle Juderías 15, ambos eran militantes del Partido Comunista como dirigentes y propagandistas; fueron concejales del Ayuntamiento de esta capital en el tiempo que gobernó el Frente Popular; Antonia fue detenida en abril por alentar una huelga de criadas de servicio, permaneciendo diez días en la cárcel y Antonio fue nombrado compromisario para la elección del presidente de la República. Desaparecieron el 19 de agosto sabiéndose que estuvieron en la barriada de Cerro Muriano como dirigentes de los marxistas»12.

Aurelio se incorporó al Ejército republicano, luchando en las milicias andaluzas a las órdenes del General Miaja, y desde el principio en el arma de Caballería. Por su puesto relevante en el PCE de Córdoba, Aurelio fue el comisario o delegado político de las distintas unidades donde combatió. Además del Tercer Regimiento de la Segunda Brigada de Caballería, una noticia del 5 de abril de 193713 lo menciona como «Comisario político de Regimiento de Caballería “General Miaja”». La nota en cuestión informaba que el teniente coronel Francisco Romero y Aurelio Serván habían entregado a la Junta de Defensa una importante cantidad de monedas de oro y alhajas que se habían encontrado enterradas en la casa que ocupaba el primer escuadrón del regimiento de Caballería, y que pertenecía a una persona «desafecta al régimen y conocida como fascista».

¿Y Antonia? ¿Que hizo? El matrimonio no tenía hijos, así que, teniendo en cuenta la gran responsabilidad política que ambos tenían, lo más probable es que también se integrara en las milicias antifascistas que lucharon en los pueblos de la sierra norte y en los alrededores de Montoro en el intento de liberar Córdoba. Cientos de cordobesas así lo hicieron14. Esta hipótesis se sustenta en la noticia gráfica del diario madrileño Ahora del 24 de septiembre de 1936 que titulaba «Jinetes de Andalucía al servicio de la República» y debajo de la fotografía de gran tamaño de una miliciana a caballo escribía: «Una miliciana cordobesa de la columna de Caballería que ha sido citada por su arrojo en las últimas acciones». No mencionaban el nombre de la miliciana, como ocurría en casi todos los casos. Salvo que hubieran tenido algún mando, como la capitana Anita Carrillo u otras, los nombres de las milicianas republicanas no trascendieron en la prensa. Además, es probable que cuando se dio la orden de retirada de los frentes de guerra a las milicianas, Antonia lo cumpliera y pasara a desempeñar algún trabajo administrativo en la unidad de su marido. También es una hipótesis que ambos estuvieran juntos durante todo el tiempo que duró la guerra, pero es que así ocurrió en otros casos de matrimonios combatientes.

A lo largo del mes de noviembre de 1936 se reorganizó en Manzanares un servicio militar denominado «Depósito y Fábricas de Intendencia» con el fin de suministrar víveres a las milicias que operaban en los frentes de Extremadura. Este organismo fue creado por el entonces comandante de milicias Aurelio Serván Mojonero, que trajo de Ciudad Real a algunos de los oficiales de la unidad, a los que se unió el anarquista Pedrazo Camarena (teniente de milicias) como Encargado de compras, y el militar profesional Matías Ávila, brigada de Caballería, que fue ascendido a capitán y nombrado jefe del Depósito15. ¿Antonia se quedó trabajando en este servicio de intendencia en la retaguardia? No es descabellado si se tiene en cuenta que Aurelio Serván y su Regimiento de Caballería utilizaba esta ciudad como lugar de descanso, avituallamiento e instrucción de nuevas unidades.

El 28 de diciembre de 1936 llegaba a Manzanares (Ciudad Real) un escuadrón de la Caballería de Miaja, que formaba parte de las milicias andaluzas y que fue trasladado a retaguardia para su reorganización e instrucción. En marzo de 1937, este escuadrón se denominó «Manzanares» y fue uno de los seis que formó parte del Regimiento de Caballería del General Miaja al mando del teniente coronel Romero. En julio de 1937 Aurelio era nombrado «comisario delegado de Batallón del Ejército de Tierra» con destino en los Escuadrones de Caballería en Manzanares (Ciudad Real)16.

Apenas nada más se conoce de Aurelio, y mucho menos de Antonia, a quien suponemos cerca suya. Según se recoge en una breve reseña biográfica, Aurelio Serván, ya como comisario de Brigada, actuó también en los frentes del Centro, de Aragón, del Ebro y del Segre17.

Como fue frecuente en el sistema represivo franquista, también quisieron obtener un botín de guerra del matrimonio Serván-Fernández. En el BOE (Burgos) del 26 de noviembre de 1937 se publicaba una orden de citación para ambos, Aurelio y Antonia, por el juez de Córdoba que le instruía el expediente de incautación de bienes -¿qué bienes?-, una humilde habitación donde vivían ambos en 1936 en la calle Judería n.º 15 de Córdoba.

Al acabar la guerra, Aurelio y Antonia se van a exiliar en Francia, y de allí saldrán rumbo a la República Dominicana en uno de los muchos viajes que organizó el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE). Aurelio y Antonia llegaron a bordo del vapor «Lasalle» el 23 de febrero de 1940, junto a 898 refugiados más, en el viaje más numeroso de los que arribaron a la República Dominicana, alojándose en la ciudad fronteriza con Haití, Dajabón18. En la ficha de inmigración, Aurelio decía ser «campesino» y tener 38 años, mientras que «Antonia Fernández de Serván» era «profesora de corte» y tenía 35 años. Sin saber desde cuándo podía tener esa titulación, si ya desde Córdoba y ese fue siempre su medio de vida, el caso es que por este motivo se la encuentra en un listado de «enseñantes refugiados en la República Dominicana», pero sin ofrecer más datos19.

De Puerto Plata, cuando desembarcaron en la isla, todos los refugiados fueron llevados inmediatamente a la Colonia Agrícola «Libertador», próxima a Dajabón, un albergue sin las más mínimas condiciones sanitarias, compuesta de chozas sin agua ni luz, y de donde, todos los que pudieron, como es el caso de Antonia y Aurelio, se marcharon en seguida a la vecina Dajabón, segunda residencia dominicana del matrimonio20.

Pronto debieron cambiar de domicilio por segunda vez, porque el 15 de septiembre de 1941 cuando renovaron el Permiso de Residencia en la República Dominicana, vivían en la C/ Presidente Trujillo n.º 100 del municipio de Santiago de los Caballero. La profesión de Aurelio era ahora «fotógrafo»21.

A finales de ese año o principios de 1942, Antonia y Aurelio abandonaron República Dominicana y se establecieron en La Habana (Cuba). Allí se implicaron en el enorme caudal de actividades que desplegó el numeroso exilio republicano en la isla, y de algunas tenemos referencia por la prensa, como veremos a continuación.

Pero antes es interesante saber que, por residir en La Habana, quizás no se enteraron que en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 10 de febrero de 1945, la Audiencia Provincial de Baena (Córdoba), sobreseía el expediente n.º 1.648 del Tribunal de Responsabilidades Políticas, incoado al matrimonio Aurelio Serván Mojonero y Antonia Fernández Serván, por lo que podían «recobrar la libre disposición de sus bienes». Esta misma información, pero de la Audiencia Provincial de Córdoba, se recogía en el BOE del 7 de septiembre del mismo año. Los expedientes de incautaciones de bienes y los expedientes del Tribunal de Responsabilidades Políticas formaron parte de la descarada represión económica que comenzaron los militares golpistas en septiembre de 1936, y «legalizaron» las autoridades franquistas en 1939.

En el Boletín de la Unión de Mujeres Españolas, Mujeres Antifascistas Españolas, del 1 de enero de 1948 publicaba la constitución en Cuba de la «Unión de Mujeres Antifascistas Españolas», «en medio de un gran entusiasmo», presididas por Rafaela G. de Quílez. Después de mencionar a los primeros cargo ejecutivos, la segunda vocal de la directiva era Antonia Fernández.

Poco después, en abril de 1948 la Casa de la Cultura de La Habana y el Patronato de Ayuda al Pueblo Español celebraron el XVII aniversario de la Segunda República española, donde se reunieron políticos y artistas republicanos de gran renombre. En ese encuentro, que Mundo Obrero tituló «Hacia la Constitución del Frente Nacional Republicano y Democrático», se envió al presidente del Gobierno de la República en el exilio de París, Álvaro de Albornoz, una carta que firmaron un centenar de republicanos españoles y los cubanos amigos del pueblo español, como Nicolás Guillén, que intervino en el acto. Entre las primeras firmas nominales estaba Aurelio Serván, «comisario de Brigada»22. Entre las firmas restantes que no se citaban, no hay duda de que se encontraría la de Antonia. Porque al año siguiente, también en Mundo Obrero23, se publicaba la noticia «Los republicanos españoles residentes en Cuba piden al Sr. Martínez Barrio la integración de un Gobierno de unidad republicana y obrera», donde numerosos republicanos españoles residentes en Cuba le enviaban una carta al entonces Presidente interino de la República en el exilio para pedirle la formación de un Gobierno antifranquista de unidad, donde estuvieran presentes todos los partidos que lucharon en la guerra contra el dictador, y así «estimular la solidaridad internacional». La firma de Aurelio Serván se encuentra junto a otros cuatro «Comisarios del Ejército Republicano», y justo después de dos comandantes del Ejército, aparecía «Antonia Fernández, concejal». Este dato es fundamental para situarla en Cuba junto a su marido Aurelio y participando en las acciones del exilio republicano.

Y allí seguirá en octubre de 1951. En la revista España y la Paz del 1 de octubre de ese año, se informaba a toda plana del próximo «Congreso Español de la Paz» que se iba a celebrar en México los días 2-5 de noviembre. Una de las figuras más importantes para preparar dicho Congreso fueron los «Emisarios de la Paz» que existían en varios países latinoamericanos y centroamericanos para promover la propaganda y recoger firmar con vistas a realizar un Pacto por la Paz. Cuando informaban de la labor en Cuba, daban los nombres de los principales Emisarios de la Paz, y que en función del número de firmas recogidas se les llamaba «Héroes de la Paz» (más de 1.000) o «Defensores de la Paz (más de 500). Pues bien, en segunda posición de la lista publicada se encontraba Antonia Fernández con 1.419 firmas recogidas, seguido de su marido Aurelio con 1.323 firmas.

En junio de 1950 había estallado la Guerra de Corea, y acto seguido el gobierno de Franco enviaba al presidente estadounidense una carta compartiendo la necesidad de frenar al comunismo. En noviembre de 1950, la ONU, a instancias del gobierno de los EEUU levantaba la condena al régimen franquista que se había aprobado en 1946, y parecía inminente un tratado o pacto militar hispano-norteamericano que los republicanos españoles veían como una amenaza de una nueva guerra en el marco de la Guerra Fría. Ese tratado, o Pactos de Madrid, se materializó en 1953 y sería el origen de la instalación en los próximos años de las bases de Zaragoza, Torrejón, Morón y Rota.

El último dato encontrado de la vida de Antonia y Aurelio data de 1954. El 29 de octubre de 1954 fallecía en La Habana el poeta alicantino de la generación del 27, Juan Chabás Martí, que, junto a sus padres y a su esposa, compartió con el matrimonio Serván-Fernández la ruta migratoria desde Francia hasta la República Dominicana, si bien los primeros en el siguiente viaje del vapor «De la Salle» en el mes de mayo. Tras un corto desencuentro por la partida de Chabás a Venezuela, las dos familias volvieron a encontrarse en los círculos de exiliados de La Habana. A su entierro en el cementerio de Colon acudieron numerosos exiliados republicanos españoles, y la prensa solo recordaba a Aurelio Serván entre las personas que acompañaron a los familiares en el sepelio. Pero seguramente también se encontraba su esposa Antonia, aunque como tantas otras mujeres, parecían invisibles24.

Antonia y Aurelio vivieron la revolución cubana y el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista, y permanecieron en Cuba hasta que en 1975, tras la muerte del dictador Franco, regresaron a España, y quizás a Córdoba.

De Aurelio se conoce que estuvo muy ligado a la Casa de la Cultura y que tomó parte en numerosos actos antifranquistas. Por último, al formarse en marzo de 1962 la Sección de Orden y Fiestas de la Sociedad de Amistad Cubano-Española Aurelio fue elegido vocal, y por entonces continuaba militando en las filas del PCE.

Sin embargo, nada más se sabe de Antonia. Es verdad que es muy poco, que apenas araña la superficie de una historia que tuvo que ser más completa, más llena de vivencias y más interesante, pero así es la historia de las mujeres, apenas anodina, apenas superficial, casi nada. Solo espero que a esta, por fuerza, breve historia de Antonia Fernández Serván se le añada en ficción e imaginación lo que tanto falta.


NOTAS:

1El Sol del 17 de julio de 1934.

2Heraldo de Madrid, de 15 de agosto de 1934.

3En «El exilio republicano español en Cuba» de Jorge Domingo, Ed. Siglo XXI de España- 2009, aparecen estos datos de su marido Aurelio Serván Mojonero, pero ninguno de Antonia. En Almoharín convivían varias ramas de la extensa familia Serván -aunque ese apellido era frecuente en varios pueblos cercanos de ambas provincias extremeñas-, por lo que no es descabellado pensar que fueran parientes y vecinos, y que Antonia y Aurelio se casaran en el pueblo, antes de marchar a Córdoba. Aunque en la web memorialista «Todos los nombres» se encuentra Faustino Fernández Serván, natural de Carmonita (Badajoz), pueblo muy próximo a Almoharín, que fue fusilado en dicho pueblo en septiembre de 1936. ¿Hermano de Antonia?

4Francisca Castro Flores, obrera metalúrgica que ingresó en el PCE en septiembre de 1934. Organizó el radio comunista de Villanueva de Córdoba. Se casó con el también obrero metalúrgico Bautista Garcés (Garcet), que será diputado comunista en febrero de 1936 y fusilado en Córdoba el 29 de julio de 1936. En la sierra de Córdoba se formó el Batallón miliciano «Bautista Garcet» en su honor.

5El Sur (Córdoba) del 25 de septiembre de 1934.

6Guión (Córdoba) del 12 de marzo de 1936.

7Entrada del 28 de enero de 2011, «El PCE en Castro del Río durante la II República. 2ª parte» en el blog de temas locales de Castro del Río (Córdoba) «https://decastroero.blogspot.com».

8Diario de Córdoba, de 12 de mayo de 1936.

9Guión (Córdoba) del 24 de mayo de 1936.

10Imprenta Provincial, Córdoba-1939. Disponible en: https://biblioteca.cordoba.es/BibDigital/1937_18-Julio_Duran_de_Velilla_y_Garcia_Prieto-ocr.pdf (80 páginas).

11 Foto de la colección de Francisco Moreno Gómez reproducida en el libro «Caídos por la República y por la patria. Los diputados por Andalucía de 1936», de M.ª Carmen Fernández Albéndiz, Ed. Fundación para el desarrollo de los pueblos (FUDEPA), Córdoba, 2021.

12Archivo Municipal de Córdoba. «Correspondencia de Alcaldía. Informes de conducta (1936-1942)»: Expediente de Aurelio Serván Mojonero y de Antonia Fernández Serván.

13Hoja Oficial de la Provincia de Barcelona.

14Puede consultarse el excelente texto: «Las Pasionarias de Córdoba. Mujer y represión franquista (1936-1945)», de Carmen C. Jiménez Aguilera, Comunicación presentada al I Congreso de Víctimas del Franquismo-20-22 abril de 2012. Disponible en: https://www.congresovictimasfranquismo.org/wp-content/uploads/2011/12/12.-Carmen-Jim%C3%A9nez.-LAS-PASIONARIAS-DE-C%C3%93RDOBA.pdf

15«República y guerra civil: Manzanares (1931-1939)», de Antonio Bermúdez García Moreno, Ed. Diputación Provincial de Ciudad Real, Área de Cultura, 1992.

16Gaceta de la República del 11 de julio de 1937.

17Datos biográficos tomados de la breve reseña publicada en «El exilio republicano español en Cuba» de Jorge Domingo, Ed. Siglo XXI de España, 2009.

18Datos tomados de «Nómina de republicanos españoles refugiados en República Dominicana (1940-1941)», de Natalia González Tejera, en Boletín del Archivo General de la Nación, 135, enero-abril de 2013.

19Tomado de «Escenarios dominicanos de la Escuela Republicana en el exilio, 1939-1945», de Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos, en Historia y Memoria de la Educación, 9 (2019): 173-215.

20Mensaje dirigido a las Sociedades Hispanas Confederadas del exiliado español, cestero de profesión, José Biayno Culla, que llegó el 23 de febrero de 1940 a Puerto Plata a bordo del vapor «De la Salle», recogidos en el artículo de la cita anterior.

21Documentos consultables en la web FamilySearch.

22Mundo Obrero (Francia) de 29 de abril de 1948.

23Mundo Obrero (Francia) de 11 de agosto de 1949.

24Recorte de prensa del entierro de Chabás recogida en «Juan Chabás y su tiempo: de la poética de vanguardia a la estética del compromiso», de Javier Pérez Bazo, Ed. Anthropos-Barcelona-Denia-1992.

lunes, 7 de marzo de 2022

YOSI CAMPOS, REPUBLICANA Y FEMINISTA DE CÁDIZ (1897-1964)

 

BREVE BIOGRAFÍA DE YOSI CAMPOS, LA FIGURA FEMENINA MÁS IMPORTANTE DE LA SEGUNDA REPÚBLICA EN CÁDIZ


Manuel Almisas Albéndiz


Yosi Campos (Josefina Campos Morilla) nació en Barcelona el 4 de febrero de 1897. Sus padres eran gaditanos: Aurelio Campos López y Trinidad Morilla Alonso. En Cádiz se casaron y allí tuvieron a su primer hijo, Aurelio Campos Morilla. Corría el año 1894. El padre era piloto de la marina mercante y con 24 años, en 1890, fue contratado por la famosa empresa naviera gaditana «Pinillos, Izquierdo y Compañía». En agosto de 1891, el Ministerio de la Marina lo nombraba capitán de la Marina Mercante y comenzó una exitosa carrera capitaneando los mejores buques de la compañía «Pinillos». Ese es el motivo por el que la familia se trasladará de Cádiz a Barcelona, desde donde partían los principales viajes trasatlánticos.

Allí, en Barcelona, mientras su padre pasaba largos meses en alta mar, nacerán sus hijas Aurora en 1895, Fermina en 1896, Josefina en 1897, Rosario en 1899 y Carmen en 1901. En 1902 la familia regresó a Cádiz y se instaló en una casa de su propiedad en el piso principal de la calle Cervantes n.º 28, donde nacerán dos hermanos más: Eduardo en 1903 y José Luis en 1907.

Cuando se confeccionaba el Padrón Municipal de 1908, y cuando ya habían fallecido siendo niñas Fermina y Rosario, el padre estaba embarcado y será «Trinidad Morilla de Campos» quien firmará los datos personales del mismo. La fecha que escribió fue el 7 de diciembre de 1908. Y casualidades de la vida, tres días después moría el padre, alejado de Cádiz, quizá en el propio barco o en algunas de las muchas escalas. Tenía tan solo 45 años.

La familia que quedará a cargo de Trinidad Morilla serán Aurelio (14 años), Aurora (12), Josefina (11), Carmen (7), Eduardo (5) y José Luis (1). El hermano mayor, Aurelio, estaba interno desde agosto de 1907 en una Academia preparatoria para entrar en el Ejército y en la Armada, por lo que Aurora y Josefina se convirtieron en las ayudas imprescindibles de su madre para llevar la familia. Sin estrecheces de ningún tipo. El padre había dejado al morir un importante patrimonio, tanto en dinero como en bienes inmuebles. De hecho, Josefina heredará la mitad proindivisa de una casa que tenían alquilada en el n.º 2 de la calle Soledad1.

Al acabar la enseñanza elemental, Josefina Campos se matriculó en la Escuela Normal de Maestras de Cádiz en septiembre de 1911, aprobando el examen de ingreso. Tenía 14 años. Después de los dos cursos de magisterio, a finales de mayo de 1913, se presentó al examen de reválida para obtener el título de Maestra de Primera Enseñanza Elemental, obteniendo en los ejercicios correspondientes dos sobresalientes y un aprobado.

ESCRITORA

Josefina Campos no ejercerá nunca de maestra y su primera ocupación conocida será como colaboradora literaria en diversos medios periodísticos de Cádiz. En Literatura Hispano-americana, suplemento ilustrado de la revista España y América (Cádiz), correspondiente al mes de enero de 1920, Yosi Campos firmará con este nombre el artículo «Año Nuevo», que fechaba a 1 de enero de dicho año. La siguiente colaboración la firmaba solo con el diminutivo familiar «Yosi», y se publicaba en El Noticiero Gaditano-diario de información y de intervención política. Yosi Campos tenía 23 años y fue el 5 de mayo de 1920 cuando en la primera plana aparecía «Cuento viejo (que puede resultar muy nuevo)», que estaba dedicado misteriosamente «Para aquél de mis amigos que sabe más de estas cosas».

A los tres meses, cuando solo hacía unos días que su hermana de 19 años Carmen Campos Morilla se había casado con el comerciante de calzado barcelonés José Miró Mauri y marchado a los Estados Unidos, en El Noticiero Gaditano de 31 de agosto de 1920 apareció un segundo artículo en primera plana titulado «Pedro Luis de Elola», firmado por «Yosi Campos»2.

Era un artículo necrológico de un ser superior, un oficial de Correos en su juventud, abogado (doctor en Derecho), periodista y escritor de tipo social, ateneísta de Madrid donde fue secretario de la Sección Música desde 1909 y miembro de sociedades teosofo-espiritistas que colaboró en revistas de teosofía como El Loto Blanco (1917) o anteriormente Sophia (que dejó de publicarse en 1914). Pedro Luis de Elola y Espín aprobó las oposiciones a la Judicatura en 1913, y quizá por eso solicitó una plaza en Cádiz donde pasar los últimos años de su vida, y es indudable que estableció contacto de alguna manera con Yosi, a quien quizá adentrara en el mundo espiritual de la teosofía, como en seguida veremos.

Estas dos colaboraciones no tuvieron continuidad en El Noticiero. Y eso que en 1921 se añadía en el periódico la sección «Los Martes a literatura», donde nunca le dieron un espacio a Yosi Campos. Pero en La Correspondencia de España en el mes de septiembre se confirmará que había una «YOSI» que era «escritora gaditana», y no puede ser otra sino Yosi Campos. Por tanto, en estos primeros años, nuestra protagonista firmará como Yosi o como Yosi Campos, en según que medios o en qué trabajos. En una página entera dedicada a «Cádiz» y su comercio, aparecía en La Correspondencia de España del 10 de septiembre de 1920 la columna titulada «Escritoras gaditanas», donde aparecía el relato de «Yosi» titulado «Momentos…».

Si podía haber duda sobre quién era Yosi, en El Noticiero Gaditano del 6 de junio de 1922 se publicaba una serie de poemas respondiendo a la encuesta del diario dirigido a varias poetisas de Cádiz, Patrocinio de Biedma, Gitanilla del Carmelo, Lía Tavío y Marcela Blanco, sobre «cómo deberían ser los hombres». El último poema, que no tenía más que cuatro versos, lo firmaba «YOSI (Josefina Campos)», despejando definitivamente cualquier duda.

Como ya he adelantado, Yosi tuvo que simpatizar con las ideas teosóficas quizá desde su relación con Elola, porque en la revista Zanoni (Sevilla), correspondiente al mes de marzo de 1923, aparecía «Todo Vive», artículo firmado por Yosi Campos, y especificaba que pertenecía a la Rama Cádiz. La Rama Cádiz de la Sociedad Teosófica de España (STE), se constituyó en septiembre de 1919 liderado por César Bordoy García, y en 1922 formaba parte de la Sección Nacional del STE3. Precisamente, Yosi comentaba en su artículo un informe crítico que había escrito Bordoy sobre «Cálculo Logal» la obra del filósofo teósofo-matemático gaditano Fernando Gómez del Valle, y que se había publicado en la revista Zanoni en el mes de diciembre pasado. Esta es la única prueba de este acercamiento de juventud de Yosi a las ideas teosóficas.

Poco más de dos años después tendremos la mayor constancia de la faceta literaria de la reconocida y mencionada muchas veces como «distinguida escritora».

El 4 de noviembre de 1925 se publicaban los resultados del Certamen Literario «Homenaje a la mujer» organizado por el Círculo Artes y Letras de la ciudad: el premio de crónicas periodísticas otorgado por el Diario de Cádiz, solo para escritoras, fue para Josefina Campos (Yosi Campos), con el Lema: «Orión». También en la sección de «Novela de autor femenino», con premio donado por Prensa Gráfica, el Primer premio (dotado de 500 pesetas) fue también para «Josefina Campos de Cádiz (Yosi Campos)» con el Lema: «maternidad» y cuyo título fue «Sal de la Tierra».

La entrega de premios tuvo lugar en el Gran Teatro de Cádiz la noche del 24 de noviembre, presidido por María del Buen Consejo de Hoces y Olalla, VIII marquesa de la Vega de la Sagra. Fue un acontecimiento único e irrepetible por la numerosa representación de escritoras y poetisas, gaditanas y fuera de Cádiz, que estuvieron presentes, así como un público mayoritariamente femenino. Como dijera Ignacio Chilía el día siguiente en su diario, fue más que una fiesta, fue una reivindicación por todo lo alto de los derechos de la mujer, «aún negados por una egoísta detentación masculina». En la fiesta estuvo Yosi Campos como una de las ganadoras en dos de los premios. Así se recogía en la crónica del acto, entrando en el salón del Teatro acompañadas por dos maestras de la Escuela Normal y las otras premiadas, la sevillana Amantina Cobos de Villalobos y Adela de Medina Cuesta, Gitanilla del Carmelo4.

Este hecho notable quizá fue determinante para que Yosi Campos comenzara años más tarde a publicar en el Diario de Cádiz dando inicio a su larga serie de artículos «Comentando». Porque así se llamó su crónica periodística sobre el suicidio premiada en el Certamen Literario «Homenaje a la mujer» y que al estar patrocinado por el Diario de Cádiz, éste se había comprometido a publicarlo. Era de una gran extensión y se prolongó durante tres días consecutivos: los días sábado 5, domingo 6 y martes 8 de diciembre de 1925.

Estos premios le abrieron las puertas a poder colaborar con revistas del grupo editorial «Prensa Gráfica», ya que éste no publicó su novela premiada como se había comprometido. El 5 de marzo de 1926 aparecía en los periódicos Nuevo Mundo, ABC y Mundo Gráfico de Madrid y en La Vanguardia, El Diluvio y El Hogar y la Moda de Barcelona, un nuevo suplemento de una sola plana llamado «Revista del Hogar (dedicada a la familia española)» que vería la luz cada dos viernes al mes. La revista estaba editada por la empresa de Tortosa «Jarabe Climent-Marca Viuda», donde publicaron varios autores, sobre todo masculinos, de origen catalán, pero la que colaboró un mayor número de veces fue Yosi. De hecho, ya en el primer ejemplar se podía leer un relato que llevaba por título «En confianza (Cuento inédito)» y que estaba firmado por YOSI, sin su apellido. Otros cuentos y relatos le siguieron a este: El Obstáculo (15 de mayo), La Ruptura (24 de julio), Un caso de conciencia (11 de septiembre) y El Muerto (6 de noviembre de 1926). Casi siempre especificaba «escrito expresamente para Revista del Hogar», y no siempre escribía como mujer, sino que los protagonistas también eran hombres. Esta Revista desapareció con el nuevo año. Las temáticas eran variadas: una madre que acude al puerto de Cádiz al desembarco de las tropas que ha estado en la Guerra del Rif, y su hijo no baja del buque, pues es la única baja mortal de la expedición; una novia que descubre la noche antes de la boda a su novio borracho como una cuba, que la increpa y la molesta, rompiendo la relación para siempre; o un malentendido de un hombre con su novia por haberla visto una noche del brazo de un joven y entrar en una casa humilde, y descubrir al cabo del tiempo que era un hermano natural que nadie conocía, ni siquiera su anciana madre. Aunque sin lugar a duda, su más bello relato fue El Obstáculo.

Estos relatos se pudieron leer en Cádiz en alguno de los periódicos que incluían el suplemento de Revista del Hogar, pero quizá su fama de culta escritora culminara con la siguiente publicación en la que colaborará Yosi Campos. Será en Renovación (Cádiz) -revista mensual de arte, ciencia y literatura- fundada por el cónsul de Uruguay en Cádiz, el prestigioso poeta Carlos María de Vallejo5, y cuyo primer número apareció en el mes de octubre de 1927. En el n.º 2 correspondiente al mes de noviembre de 1927 aparecía el cuento de Yosi La noche del Levita, de una extraordinaria belleza y sentimiento, basado en el pasaje bíblico del crimen de Gabaá, donde un levita-israelita sacrificaba a su esposa, entregándola para su violación múltiple, con tal de salvarse él.

En el siguiente ejemplar correspondiente al mes de diciembre Yosi publicaba su artículo Sin Importancia, esta vez en primera plana6. No era un cuento, sino una reflexión sobre la necesidad de renovarse, especialmente en el arte y la literatura; «ser siempre nuevos, niños, por la ingenuidad de una esperanza recién nacida, por la tentación de una ambición candente que necesita para lograrse de la existencia de un porvenir». Tristemente, Renovación dejó de publicarse y estos trabajos serán casi los últimos de tipo literarios que Yosi ha dejado para la posteridad. La política llamará a sus puertas. Pero antes, Yosi va a pasar a la historia de la ciudad.


CONFERENCIANTE EN EL ATENEO GADITANO


La relación literaria de Yosi Campos con el poeta Carlos María de Vallejo va a dar sus frutos. Vallejo era presidente de la Sección de Literatura del Ateneo de Cádiz desde enero de 1928, y no va a ser casualidad que en El Noticiero Gaditano del 18 de diciembre de 1928 se informaba que el día 20 la sección de Literatura del Ateneo de Cádiz, con sede en la calle Ancha, iba a inaugurar un ciclo de conferencias y charlas líricas, y que la iba a abrir la conocida escritora Yosi Campos, «representación genuina de la intelectualidad femenina, y valor literario muy alabado no ya aquí, sino en los muy distintos sectores artísticos universales, donde su pluma ha dejado rasgos de su ingenio». Añadía la nota que la presentación de la disertante lo haría el presidente de la Sección Carlos María de Vallejo, que sería la mejor personalidad para destacar «los méritos escondidos en la figura feminista de Yosi Campos». Terminaba esta parte de la nota: «Será verdaderamente pequeño el salón del Ateneo para el público que concurrirá». Esta misma noticia se reproducía el mismo día en el Diario de Cádiz.

Lo más llamativo de todo ello es que el Diario de Cádiz va a publicar la conferencia de Yosi de forma íntegra en cuatro ejemplares de finales del mes de diciembre, en concreto los días 21 (en dos ediciones distintas), 23 y 26 de diciembre, con el sobretítulo «En el Ateneo», y el título «Una característica de la vida actual-Conferencia de Yosi Campos», ocupando la primera plana en tres de las cuatro entregas. Toda una excepción en las conferencias de los ateneístas de Cádiz de aquella época.

Nada menos que en La Vanguardia (Barcelona) se hicieron eco de esta intervención. Fue en el ejemplar del día 22 de diciembre. «En el Ateneo dio una conferencia la escritora Josefina Campos sobre el tema Características de la vida actual. Hizo la presentación el cónsul de Uruguay en Cádiz don Carlos María de Vallejo (director de la revista Renovación y poeta)».

No podemos asegurarlo con rotundidad, pero la primera mujer que dio una conferencia en la Sección de Literatura del Ateneo de Cádiz fue Yosi Campos. Creo que es un detalle importante que hay que resaltar.


COLABORADORA DEL DIARIO DE CÁDIZ Y DE EL NOTICIERO GADITANO


Después de publicar en Renovación, y de la sonada conferencia en el Ateneo de Cádiz, ya no era un misterio que Vallejo y ella habían congeniado y se admiraban mutuamente. Este estrecho contacto que tuvo con el poeta de Montevideo se corroborará al leer en el Diario de Cádiz del 27 de diciembre de 1929 su columna «COMENTANDO», que continuaba con el mismo título de 1925 y que se hará famosa desde este momento. Se titulaba: COMENTANDO: «Disco de señales», por Carlos María de Vallejo, y era una reseña al último libro del poeta uruguayo.

La situación política está empezando a cambiar. La sociedad española exige cambios, y al mes siguiente, el 28 de enero de 1930 dimitía el dictador Primo de Rivera pasando la presidencia del Gobierno al general Dámaso Berenguer: comenzaba la conocida como «Dictablanda» bajo el reinado de Alfonso XIII. Quizás fue esta apertura política y las relajación en las formas de gobernar lo que lanzó a Yosi Campos a escribir sobre el final de la Monarquía, siempre desde un punto de vista municipal, y al Diario de Cádiz a recibir con agrado estas colaboraciones. Por eso en 1930 Yosi Campos va a prodigarse en el Diario de Cádiz, escribiendo sus columnas «Comentando» y siempre con temas políticos de actualidad. Su primer artículo apareció en el ejemplar del 31 de enero de 1930, y después se fueron sucediendo a razón de un trabajo al mes. En la Hemeroteca faltan algunos días pero tuvo que publicar otro artículo a finales de junio o el 1 o 2 de julio de 1930, porque un colaborador del Diario de Cádiz y de El Noticiero Gaditano, Francisco Hevia, que firmaba como Franch, escribió en El Noticiero Gaditano del día 3 de julio de 1930, una columna editorial muy elogiosa con el antetítulo de «Un artículo notable de Yosi Campos» y de título «Estamos de acuerdo». Sorprende las palabras y adjetivos con que describe a Yosi: «La pluma galana de Yosi Campos...culta señorita...la mejor pluma y la más valiente de cuantas escriben cuartillas en esta tierra gaditana, que fue de libertades...».

El 13 de julio volvió su Comentando Diario de Cádiz, y de nuevo, Franch comentará muy positivamente este artículo en El Noticiero del 18 de julio, aunque sin mencionar ahora su nombre, y lo hacía con su editorial «Servicios Municipalizados». Así comenzaba:

Nuevamente la brillante pluma de una distinguida señorita nos deleita con su artículo en “Diario de Cádiz” titulado “Comentando”. Los argumentos son tan claros, están concebidos con tal espíritu de imparcialidad y claridad de juicio que no cabe discutirlos siquiera. Solo se nos ocurre recomendar su lectura por todos hasta asimilarlos.

Estos comentarios tan favorables de Franch, que en esta época debió tener un peso importante en la redacción de El Noticiero Gaditano escribiendo sus editoriales, tuvo que ser determinante para que Yosi comenzara a escribir también para este medio, alternando así sus colaboraciones periodísticas.

Su primer trabajo para El Noticiero Gaditano se publicó, pasado el verano, el 25 de septiembre de 1930, y su «Comentando», como siempre, apareció en primera plana. A partir de ese momento, alternó sus artículos en ambos medios periodísticos durante los meses de octubre y noviembre, pero al llegar diciembre de 1930 Yosi Campos dejará de publicar por un tiempo en el Diario de Cádiz. El motivo más lógico es que se decantó por su republicanismo liberal y democrático como alternativa a la monarquía de Alfonso XIII, convirtiéndose en asidua y principal colaboradora de una nuevo diario republicano de Cádiz, Libertad.


COLABORADORA DEL DIARIO REPUBLICANO LIBERTAD


El 10 de diciembre de 1930 Emilio de Sola Ramos fundó el periódico republicano Libertad, de periodicidad «decenal»7, que se constituyó en órgano del Partido Republicano Autónomo de Cádiz, siendo Emilio de Sola el presidente indiscutible los escasos meses que existió este nuevo intento de reunir las distintas familias y tendencias republicanas. Tras la muerte de Pi i Margall en 1901 y la dispersión del republicanismo en general al entrar en crisis la Unión Republicana de Salmerón, surgieron agrupaciones de carácter autónomo que llevaron este nombre en distintas ciudades del estado español, y que estaban en la órbita política de la Acción Republicana de Azaña, y del Partido Republicano Radical de Lerroux.

Un poco de contexto. En agosto de 1930 se constituyó el Pacto de San Sebastián promovida por la Alianza Republicana (otro intento de reunir las distintas familias republicanas) con la idea de derrocar la monarquía de Alfonso XIII y proclamar la Segunda República. Además de Azaña (Acción Republicana) y Lerroux (Partido Republicano Radical) integrantes de la Alianza Republicana, acudieron o se adhirieron numerosos partidos (Radical-socialista, Derecha Liberal Republicana, Acción Catalana, Estat Català o Federación Republicana Gallega). En octubre de 1930 se adhirieron el PSOE y la UGT, y se formó un comité revolucionario de conjunción republicano-socialista que iba a preparar una insurrección armada y una huelga general para mediados del mes de diciembre. La sublevación en Jaca de los capitanes Galán y García Hernández, dos días de los previsto, dio al trate con los planes republicanos. Pero seguro que en este contexto pre-revolucionario y de unión de los grupos republicanos para el asalto final a la monarquía es como debe interpretarse el nacimiento de Libertad en Cádiz.

En la columna editorial de la primera plana, ilustrada con la figura de Fermín Salvochea, se insertaba un artículo de Yosi Campos de la misma serie «Comentando» que ya venía publicando en Diario de Cádiz y en El Noticiero. Era su sello de identidad.

Esta especie de editorial del primer ejemplar originó un comentario muy elogioso del periodista Manuel Rueda en El Noticiero Gaditano, convirtiéndose Yosi en una columnista antimonárquica y republicana de primer orden.

Yosi Campos siguió publicando su columna «Comentando» en Libertad durante varios meses, hasta que se proclamó la Segunda República el 14 de abril de 1931. A partir de ese momento, los republicanos de Cádiz prescindieron de sus colaboraciones (la última fue en el ejemplar del 20 de abril), empeñados como estaban en la repetición de las elecciones municipales en mayo y en las generales constituyentes en el mes de junio. La carrera por conseguir un acta de diputado o de concejal comenzó y Yosi Campos ya no «pintaba» nada en ese espacio tan masculino y de juegos de poder.

Pero por suerte para Yosi Campos, el Diario de Cádiz de Federico Joly rara vez le dio la espalda cuando lo necesitó, y el 15 de mayo de 1931 reaparecían sus «Comentando», publicándose varias colaboraciones seguidas a lo largo del mes de mayo, algo inusual. Sin embargo, pocos días antes de la repetición de las elecciones municipales, cambiará de medio y será en El Noticiero Gaditano donde publique los dos siguientes artículos llamando al voto a la Coalición Republicana-socialista que se había organizada en la capital.


CANDIDATA A PRESIDIR LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE CÁDIZ


Este es uno de los episodios más interesantes y desconcertantes de la vida de Yosi Campos; también misterioso porque no se sabe qué ocurrió finalmente.

Se había celebrado el 31 de mayo las nuevas elecciones municipales y la victoria de la Conjunción Republicano-Socialista fue rotunda, conformándose un Ayuntamiento con 20 concejales republicanos y 10 socialistas cuyo alcalde electo fue Emilio de Sola Muñoz (republicano), primer alcalde republicano electo después de que Fermín Salvochea lo fuera en la Primer República. Los monárquicos desaparecieron del consistorio. Por eso, el monárquico José María Pemán que era el Presidente de la Academia de Bellas Artes, el 8 de junio acudió a visitar al gobernador civil de Cádiz, el jerezano Gabriel González Taltabull, que pertenecía a los republicano-socialistas de Marcelino Domingo. Pemán, considerando que el cargo que ostentaba era político, dimitió de forma irrevocable y puso la presidencia de la Academia en manos del gobernador. Taltabull aceptó la dimisión y explicó a los periodistas que propondría al Gobierno el nombramiento para sustituirle «de una conocida escritora gaditana». Esto es lo que informaba el diario La Información (Cádiz) del día 9 de junio, pero el Diario de Cádiz, ampliaba la noticia diciendo que el gobernador González Taltabull «había agradecido sinceramente el gesto de Pemán y su acto de delicadeza», y que propondría a la Dirección General de Bellas Artes el nombramiento de «una bella señorita gaditana que brillantemente cultiva las letras». Ante esta respuesta enigmática, el redactor del Diario le preguntó si esa señorita a la que se refería era Yosi Campos, contestando que por ahora no podía adelantar más hasta que la Dirección General de Bellas Artes no resolviera sobre el particular.

En la nueva comparecencia del Gobernador en rueda de prensa, los redactores le preguntaron por la «señorita escritora», y La Información del día 11 de junio escribía: «Ampliando la noticia dada el otro día sobre la designación de quién ha de sustituir al señor Pemán en la Presidencia de la Academia de Bellas Artes, manifestó el gobernador que la propuesta había recaído en la señorita Josefina Campos Morilla». El Diario informó en otro tono, pues para eso Yosi era colaboradora del periódico, y ese día 11 encabezaba la noticia con el titulillo: «La probable presidenta de Bellas Artes». El Diario informaba que en relación con el nombramiento de una señorita para la presidencia de la Academia de Bellas Artes, insistió el redactor para que el gobernador adelantara el nombre. Y atendiendo a esos requerimientos expresó que el nombre que él había propuesto era el de la señorita Josefina Campos Morilla, «de la cual tenía las mejores referencias, pues según le aseguraban era persona de vastos conocimientos y cultura». El Diario cerraba la nota con: «Esto confirma la noticia que ya hace dos días adelantábamos».

En La Vanguardia (Barcelona) del 11 de junio de 1931 también se hicieron eco de la noticia: «Ha dimitido de su cargo el director de la Academia de Bellas Artes, el ex-asambleísta don José María Pemán. Para ocupar este cargo se designará a la escritora gaditana doña Josefina Campos». Con «ex-asambleísta» quería significar que había pertenecido a la Asamblea Nacional del dictador Primo de Rivera como asambleísta representando a Cádiz. También fue un alto dirigente provincial del partido de Primo de Rivera la «Unión Patriótica».

¿Esta candidata, republicana y mujer, que estaba llamada a suceder a Pemán en el cargo, sería bien recibida por los conservadores y monárquicos que copaban los principales puestos de la Academia y de tantos otros estamentos culturales y sociales de Cádiz? Pronto lo veremos.

La respuesta a su candidatura no se hizo esperar, siendo el detonante un artículo de Yosi Campos aparecido en el Diario el día 24. Efectivamente, en el ejemplar de la mañana del 26 de junio, del diario tradicionalista La Información se publicaba en su primera plana una columna sin firmar titulada «Comentando» que decía:

La señorita Josefa Campos, publicó en el «Diario de Cádiz» a raíz de la proclamación de la República unos artículos, con el mismo título que encabeza estas líneas; quizás no los recuerden nuestros lectores, quizá no los leyesen o quizá no caigan en la cuenta, porque estos artículos aparecían firmados por Yosi Campos, quizá por parecerle poco a propósito para su alta mentalidad el nombre de Josefa.

Suponemos que como premio a esos artículos de fervoroso republicanismo, habrá sido la propuesta hecha a favor de tan distinguida intelectual para la presidencia de la Academia de Bellas Artes, porque ignoramos que tenga otros méritos para ocupar ese cargo, que siempre han desempeñado distinguidos y prestigiosos convecinos. Pero es el caso que el nombramiento no llega, y que son varios los Académicos a quienes ha molestado bastante esa propuesta.

Esa misma tarde la columna aparecida en El Noticiero Gaditano del 26 de junio de 1931 salía en defensa de Yosi, y de forma contundente. En primera plana se podía leer una nota sin firma, a modo de editorial del periódico, titulada «El futuro Presidente de la Academia de Bellas Artes», que comenzaba así:

La candidatura de Josefina Campos, la cultísima escritora y brava periodista que tanta masculinidad ética, de la que le sobra, podría prestarle al ejército de los faltos de ella, para el cargo de Presidente de la Academia de Bellas Artes, ha molestado a nuestros compañeros de La Información (Cádiz)...

Yosi Campos tiene sensibilidad artística muy superior a la de algunos presidentes anteriores. Y esto es lo que importa.

Esta última aseveración de la editorial de El Noticiero, se confirma al saber que en noviembre de 1922 y hasta su defunción en mayo de 1924 el presidente de la Academia de Bellas Artes fue Sebastián Martínez de Pinillos Tourné, abogado, empresario naviero e influyente político conservador, alcalde de Cádiz en dos legislaturas y diputado a Cortes por el partido de Cánovas; al que sustituyó por Real Orden en mayo de 1925 su cuñado y conocido cacique gaditano Luciano Bueno Sáenz, diputado maurista, teniente de alcalde del ayuntamiento de Cádiz (bajo el mandato de Agustín Blázquez Paúl, primer alcalde de la Dictadura de Primo de Rivera, y conocido bodeguero), y presidente de «Unión Patriótica» hasta que le sustituyó José María Pemán al frente del partido institucional de la Dictadura. ¡Vamos, que eran unos grandes representantes de la cultura gaditana!

Esta candidatura de Yosi Campos no se materializó, sin conocerse el motivo, pero nos muestra su gran personalidad y el reconocimiento que tuvo como figura literaria entre un amplio sector de la sociedad gaditana.


YOSI CAMPOS, COMENTARISTA DE LA SEGUNDA REPÚBLICA


En lo que quedaba del año 1931 y a lo largo de 1932 Yosi Campos siguió escribiendo sus columnas de opinión en el Diario de Cádiz y en El Noticiero gaditano, abandonando sus «Comentando» y comenzando a titular sus artículos, como Castilblanco, Lerroux, Realidad, Mala Fe, Mujeres, etc. Sin embargo, lo más llamativo de este periodo será su actividad como oradora, destacando una nueva conferencia en el Ateneo de Cádiz el 5 de febrero de 1932, una intervención el 18 de abril en el Casino Radical de Cádiz en el ciclo de conferencias organizado por la Juventud Republicana Radical, y ya el 19 de febrero de 1933 su discurso en un acto «de propagando republicana» en San Fernando organizado por los Comités de Acción Republicana y Radical Socialista de la localidad y celebrado en el cine Salón. Según la prensa, Yosi disertó sobre el tema «Un rato de charla sobre la única república femenina»… El acto resultó brillantísimo…

De este periodo se han conservado dos fotografías suyas participando en dos importantes actos republicanos de la ciudad. La primera fue el primero de enero de 1932 durante la visita de Manuel Azaña a Cádiz. El último acto del día fue una cena ofrecida por el Ateneo a tan ilustre visitante, y allí quien se sentó en la mesa presidencial a la derecha de Azaña fue Yosi Campos. A la izquierda de Azaña se sentó el alcalde y presidente del Ateneo Enrique Álvarez López, catedrático de Historia Natural y director del Instituto de Cádiz. En los lugares próximos se podían ver a diputados a Cortes, diputados provinciales, el gobernador militar y otras personalidades. La posición de Yosi Campos, única mujer en el banquete, es muy significativa.

La segunda fotografía corresponde al acto de homenaje a Enrique Álvarez López el 10 de julio de 1932 cuando traspasó la alcaldía a Manuel de la Pinta, y también había dejado de ser presidente del Ateneo volviendo a ocupar ese cargo, inexplicablemente, el monárquico José María Pemán. En la mesa presidencial del banquete de más de 250 comensales, a la izquierda del ex-alcalde se encontraba Yosi Campos, y a su derecha el gobernador civil Joaquín García Labella. De nuevo, muy próximo a su persona se encontraban personalidades como el alcalde Manuel de la Pinta, el catedrático de Histología de la Facultad de Medicina, Luis Urtubey, uno de los organizadores del acto, diputados a Cortes o el gobernador militar. De nuevo fue la única mujer reseñada en la noticia, y visible en la fotografía del Diario de Cádiz, donde ocupaba una posición central.


ORGANIZADORA Y PRESIDENTA DE UNIÓN REPUBLICANA FEMENINA DE CÁDIZ


La Unión Republicana Femenina fue una organización política, no partidista, fundada e inspirada por la diputada a Cortes del Partido Republicano Radical, Clara Campoamor, constituida en asamblea el sábado 21 de noviembre de 1931, donde por aclamación general fue elegida Presidenta. Desde entonces, no dejó de crecer extendiéndose por diversas ciudades y provincias, y este colectivo será el que elija Yosi Campos para organizar a las mujeres gaditanas.

La primera noticia que apareció en la prensa sobre el hecho de que las mujeres republicanas se fueran a organizar en Cádiz, se pudo leer en el Diario de Cádiz del 4 de enero de 1933, donde aparecía este breve nota:

Mujeres republicanas. El diputado Emilio de Sola ha sugerido a la escritora Yosi Campos que organice en nuestra ciudad una asociación de mujeres republicanas. Para los trabajos preliminares ha ofrecido los locales del Círculo Radical en la calle Ancha.

Emilio de Sola Ramos, abogado gaditano, director del diario Libertad, donde colaboró Yosi en sus inicios, presidente del Partido Republicano Autónomo de Cádiz, primer alcalde republicano de Cádiz, diputado a Cortes por Cádiz con acta de la Conjunción Republicana Socialista en junio de 1931, y después militando en el Partido Radical de Lerroux, era el que ayudó y estimuló a Yosi a que fundara esta Agrupación Femenina. La propia Yosi dirá de él que fue «un poco el padre» del colectivo.

Cuatro días después, el 8 de enero, la misma prensa gaditana informaba:

Mujeres republicanas de Cádiz. La escritora Yosi Campos ha recogido la idea lanzada por el diputado Emilio de Sola y piensa crear en nuestra ciudad la Unión Republicana Femenina, con el único fin de que el trabajo de la mujer beneficie a la República española.

A pesar de que las primeras noticias aparecieron en el Diario, será en El Noticiero Gaditano donde el 11 de enero de 1933 se publicaba un artículo editorial en primera plana escrito por Yosi Campos en el que se difundía el ideario de dicho colectivo feminista en Cádiz, con el título «Unión Republicana Femenina. Su sentido. Sus fines».

Desde entonces, Yosi Campos se empeñó en una intensa campaña propagandística a través del Diario de Cádiz que cristalizó en la Asamblea constitutiva de la Unión Republicana Femenina de Cádiz celebrada el 18 de marzo de 1933 en su sede de la calle Ancha n.º 7 de la ciudad. En dicha Asamblea se designó una junta directiva donde la presidenta indiscutible fue la propia Yosi Campos.

Muy pocos días antes Clara Campoamor estuvo en Cádiz y no se separó en ningún momento de Yosi Campos, acordándose entre ambas que diera el paso definitivo de la Asamblea constitutiva de la organización y se concretó que Clara Campoamor visitaría pronto Cádiz y varios pueblos de la provincia para una gira de propaganda de las republicanas feministas.

La vida de la organización republicana femenina pronto se verá marcada por la campaña electoral de las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933, las primeras en que las mujeres iban a poder votar en igualdad de condiciones que los hombres. No solo quedó marcada la organización sino la vida de Yosi Campos.

YOSI CAMPOS, CANDIDATA A DIPUTADA A CORTES

La Unión Republicana Femenina a nivel estatal había acordado que, por ser un colectivo no partidista, donde militaban mujeres de distintas tendencias y partidos republicanos, en su campaña electoral apoyarían a todos los partidos o coaliciones republicanos, pero siempre que éstos llevaran en sus listas a mujeres como candidatas a diputadas. Solo así se cumplía con el mandato de la Constitución de diciembre de 1931, donde se concedía a la mujer su derecho a ser electora, pero también a ser elegible, presentándose a los procesos electorales.

En Cádiz, Yosi intentó por todos los medios que los partidos republicanos llevaran a una mujer en sus listas, e incluso se postuló ella misma si era necesario, no rehusando al compromiso que había contraído con la República. Pero no consiguió esa candidatura. Ni el de ninguna otra mujer. Por eso, decidió presentarse en solitario como candidata independiente.

Yosi Campos, al igual que la cigarrera Micaela de Castro Bedoya, que se presentó como obrera independiente por el Frente Único Revolucionario, de inspiración comunista, fueron las dos primeras mujeres gaditanas de la historia que dieron ese paso de ser candidatas a diputadas a Cortes.

Yosi Campos, aislada y criticada por los republicanos de Cádiz, apenas consiguió un puñado de votos, pues muchos, no se sabe cuántos, fueron declarados nulos por escribir en las papeletas el nombre de «Yosi Campos» en vez del preceptivo legal de «Josefina Campos Morilla», que nadie conocía.

Su decepción fue grande; tuvo que ser enorme. No ya en el plano personal, pues ella consideraba que la República, tan amenazada por los extremismos, necesitaría de sus servicios en las Cortes, sino en el plano político pues en Cádiz, donde hubo una abstención de más del 65% del electorado, las unificadas derechas monárquicas, tradicionalistas y falangistas casi triplicaron en número de votos a los partidos republicanos, viviendo el «bienio negro» de forma más acentuada por el triunfalismo y acaparamiento de puestos de poder.

Si los republicanos culparon al voto femenino de la victoria de las derechas en las urnas, más aún culpabilizarían a quienes como Yosi Campos fueron firmes y consecuentes defensoras del mismo. Y si además se presentaron como independientes al margen y criticada por los aparatos de las facciones republicanas, aún más.

Este «pecado mortal» de Yosi Campos, que fue aislada y ninguneada antes que su maestra Clara Campoamor, la llevó al olvida y al anonimato.

EL FINAL DE SU VIDA

Si desde 1920 se pudo seguir la trayectoria de Yosi Campos en la prensa y en la tribuna, y no digamos en el año 1933 donde su presencia mediática y sociopolítica fue apabullante, a partir de finales del mes de noviembre, su nombre desapareció por completo, sus artículos no se publicaron y las pocas noticias de la Unión Republicana Femenina que existieron hasta mediados de 1934 nunca llevaron su firma ni se citó su nombre. Yosi Campos, decepcionada y quizás profundamente deprimida, se retiró a la intimidad de su alcoba en la casa de la calle Cervantes n.º 28, junto a su querida hermana Aurora, que la había acompañado en su intensa labor de proselitismo feminista y republicano.

Allí siguió recluida, según los padrones municipales de 1935 y 1940, hasta que pocos años después se trasladó a Barcelona.

En Barcelona publicó a lo largo de 1945 dos novelas, concursando con una de ellas en el Premio «Eugenio Nadal», recibiendo buenas críticas. Eso es todo. Nada más se sabe de Yosi Campos. Solo que falleció en su casa de la Avda. Infanta Carlota de Barcelona el 2 de mayo de 1964; a los 67 años de edad. Triste e injusto final para quien fue la republicana más importante de Cádiz en los primeros años de la Segunda República, y la escritora más valorada en aquellos años.




Biografía basada en:

- Su biografía completa y extractos amplios de su producción periodística: «Yosi Campos: la “Clara Campoamor” de Cádiz. Una nueva estrella en el firmamento del feminismo gaditano», de Manuel Almisas Albéndiz. Disponible en el blog:

https://yosicampos.blogspot.com/2022/02/yosi-campos-presidenta-de-union.html

- «Yosi Campos y la Unión Republicana Femenina de Cádiz -Tras los pasos de Clara Campoamor-», de Manuel Almisas Albéndiz. Editorial Suroeste, El Puerto (Cádiz), marzo de 2022.

- «El pecado mortal de Yosi Campos, republicana de Cádiz», de Manuel Almisas Albéndiz. Artículo publicado en «Kaos en la Red». 

NOTAS

1La «Partición de bienes» a nombre de Aurelio Campos y ejecutada por su viuda, con fecha de septiembre de 1909 se encuentra disponible en las Actas Notariales del Archivo Provincial de Cádiz.

2El 1 de septiembre también aparecía este mismo artículo en la primera plana del diario gaditano La Información.

3«El orientalismo en la cultura española en el primer tercio del s. XX. La Sociedad Teosófica Española (1888-1940)», de Vicente Penalva Mora (tesis doctoral). Universidad Autónoma de Barcelona-Facultad de Filosofía y Letras. Bellaterra (Barcelona), septiembre de 2013.

Disponible en: https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/284456/vpm1de1.pdf?sequence=1. En dicha tesis aparecen tres docenas de miembros de la Rama Cádiz en febrero de 1922, y no se cita a Yosi; solo hay una mujer miembro, Laura Andamoyo Castro, y otra, Milagros Rusca Rodríguez, que aparece como «libre«, sin pertenecer a la Rama. Así que Yosi debió ingresar en la Rama Cádiz de Teosofía en los meses posteriores a esa fecha.

4Diario de Cádiz de 25 de noviembre de 1925.

5Carlos María de Vallejo llegó a Cádiz como cónsul del Uruguay en el mes de julio de 1925. Su reputación de poeta modernista, periodista, crítico teatral y director de periódicos en Montevideo y Buenos Aires, era inmejorable. En torno a su figura desarrolló una actividad literaria importante como aglutinador de jóvenes poetas. Al mes siguiente de llegar ya era nombrado miembro de la prestigiosa Real Academia Hispano-Americana de Cádiz (a la que pertenecía desde 1923 como académica la poetisa sevillana Amantina Cobos), y en diciembre era secretario de la misma. El 8 de enero de 1928 se creó la Sección de Literatura del Ateneo gaditano, y fue elegido Secretario del mismo. En el mes de diciembre ya era Presidente de dicha Sección. Tomado estos datos últimos de «Datos para la historia de las letras gaditanas (1900-1930)», de José Antonio Hernández Guerrero, disponible en:

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/datos-para-la-historia-de-las-letras-gaditanas-1900-1930/html/f518254a-d5a1-11e1-b1fb-00163ebf5e63_4.html

6En la Biblioteca Virtual de Andalucía solo hay digitalizados 4 números.

7Antiguamente quería significar «cada diez días». Actualmente para la RAE es un periodo de diez años.

ANTONIA FERNÁNDEZ SERVÁN, ANTIFASCISTA, COMUNISTA Y PRIMERA TENIENTE DE ALCALDE DE LA CÓRDOBA (1936)

  Imagen : A la izquierda, primera plana de La Voz (diario republicano de C órdoba) del 25 de marzo de 1936: «Constitución del Ayuntamiento...