lunes, 29 de enero de 2018

Pepita Inglés («Rosario»), miliciana anarcosindicalista ejecutada en 1937


Milicianas de CNT y FAI en Barcelona-Julio 1936 (Archivo CNT-Madrid)

Pepita Inglés fue una miliciana anarcosindicalista que nació alrededor de 1910 en Cartagena, Murcia. Apenas si pudo asistir a la escuela, teniendo que trabajar desde una edad temprana. Sin embargo, consiguió una cierta cultura a través de su perseverancia y de forma autodidacta.
      Emigró a Barcelona una vez casada con su compañero Mariano Sánchez, participando el 19 de julio de 1936 en la lucha antifascista de las calles de Barcelona que evitó el triunfo de la sublevación rebelde en dicha ciudad.
      El 24 de julio salieron Pepita y Mariano con la Columna Durruti hacia el Frente de Aragón, dejando a sus dos hijos en Barcelona.
      Al llegar a la carretera que conducía a Pina de Ebro (Zaragoza), los fascistas bombardearon desde el aire la Columna y algunas mujeres de las milicias decidieron en ese momento regresar a Barcelona ante la cruel realidad de la guerra. No fue el caso de Pepita...quien en los primeros ataques para conquistar Pina perdió a su compañero y padre de sus hijos.
      Pepita, conocida también como «Rosario», se incorporó al cuerpo de tanques de la Columna, ...se necesitaba mucha sangre fría y mucha voluntad para andar metidos en aquellos tórridos y asfixiantes camiones reconvertidos en tanques en los talleres de Barcelona. 
      Participó en las batallas de Perdiguera (Zaragoza) y en los montes de Villafría (Burgos) y posteriormente luchó en el intento de capturar Quinto (Zaragoza) el 19 de noviembre de 1936. Unas semanas más tarde, en abril de 1937, tomó parte en el ataque a la ermita de Santa Quiteria, que era un punto estratégico en la cumbre de la sierra de Alcubierre que dominaba las comunicaciones con Tardienta (Huesca).
    Avanzando frente al cuerpo principal de la columna, se encontró de repente con un grupo de soldados franquistas que gritaban que deseaban cambiar de bando y desertar, «¡No disparéis que nos pasamos con vosotros!». Pepita corrió alborozada a su encuentro pero se trataba de un ardid de los fascistas y fue capturada y conducida hacia las líneas enemigas a punta de bayoneta. 
      Sus compañeros no pudieron rescatarla, y según cuenta Lola Iturbe uno de sus camaradas, al darse cuenta de la tortura y la muerte horrible que le esperaba a Pepita, avanzó rápidamente hacia el parapeto fascista y lanzó una bomba. Cuando se disipó el humo, él mismo, los soldados fascistas y Pepita estaban muertos.
      En otra versión de los hechos, según las memorias del miliciano suizo Edi Gmur, Pepita Inglés, «la única mujer que luchaba en esos momentos en su compañía» fue hecha prisionera el 18 de abril de 1937. Pepita, al oír los gritos de los fascistas que se querían pasar al bando republicano, se paró frente a los fusiles de sus camaradas, que no se fiaban de la situación y querían disparar. Esa conducta fue su perdición. Los rebeldes aprovecharon para disparar y llevarla prisionera. Al día siguiente, un desertor trajo la noticia de la ejecución de Pepita. También les llevó sus gafas. A Pepita se le ordenó que gritara «¡Arriba España!», pero les ella les gritó a los oficiales fascistas, con toda la rabia que pudo, fue «¡Sois unos hijos de puta!», sonando las detonaciones en ese momento. Esta segunda versión está avalada porque según un informe de la Guardia Civil de Pina solicitado en un Consejo de Guerra se hablaba de Pepita y se escribía que «tiene gafas, es morena, pequeñita y regordeta».  Este dato no se sabía hasta ahora, y por otra parte comparte el comentario de Lola Iturbe: «Pepita era pequeñita y muy viva...».
     Otra heroína anónima...

Inspirado en:
Lola Iturbe, «La mujer en la lucha social. La guerra civil de España». Editores mexicanos unidos S.A, 1974.    págs. 109-11.

sábado, 27 de enero de 2018

Felisa Martín Bravo, primera doctora en Física.

Felisa Martín Bravo, 1928. Fuente: Archivo de la Agencia Estatal de Meteorología

Mujer desconocida y científica valiosísima, Felisa Martín Bravo (San Sebastián-1898, Madrid-1979) se doctoró en Ciencias Físicas por la Universidad de Madrid a la edad de 28 años. Su tesis, estudio pionero en España, fue la “Determinación de la estructura cristalina del óxido de níquel, del óxido de cobalto y el sulfuro de plomo” (1926). 
     Después de una estancia en los EE.UU., volvió a España y en 1929 se convertirá también en la primera mujer que ingresó en el Servicio Meteorológico Nacional, primero como auxiliar y más tarde, ya después de la guerra, como meteoróloga.
      Por último, y para terminar como mujer pionera, en el bienio 1973-1974 fue elegida Presidenta de la Asociación Metereológica Española
       Hay aspectos de su vida que han quedado en una nebulosa, lo cual no es motivo para situar a Felisa en el cuadro de honor de las mujeres científicas en España.
     Por ejemplo, se sabe que estuvo trabajando en el Servicio de Meteorología de la República hasta su traslado a Valencia en el otoño de 1936, cuando el gobierno y las instituciones civiles se trasladaron a una ciudad más segura. No se saben los motivos, pero Felisa decidió no ir a Valencia y fue cesada en su cargo.
     Tampoco se aclara demasiado cómo pasa de Madrid a San Sebastián para dirigir, «de forma accidental» (por ser mujer y civil) el Observatorio meteorológico de Igelda después de la ocupación franquista, en noviembre de 1937. No había nadie mejor que ella para dirigir un organismo vital en el transcurso de la guerra, tanto que pasó a depender del Ejército del Aire. Como cosa curiosa, los estudiosos Juan Núñez y Carmen Carbonell (1) aseguran que fue la primera Comandante del Ejército del Aire por este puesto de Directora que ocupó hasta junio de 1940.
    Cuando volvió a Madrid con su esposo fueron sometidos a un proceso de depuración por su vinculación con la República, y además, quiero recordar ahora, que su hermana Rosalía estaba casada con el poeta y dramaturgo Alejandro Casona, destacado republicano ya en el exilio, y tuvo que dar cuenta de ese hecho.  
      De Rosalía ya hablaremos en otra ocasión...

Para saber más:
Carmen Magallón Portolés, artículo sobre Felisa:

(1) «100 AÑOS DE DERECHOS: LA PRIMERA MUJER ESPAÑOLA DOCTORA EN FÍSICA»:
https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/40454/Pages%20from%20Investigacion_Genero_103-681-1256-8.pdf?sequence=1


viernes, 26 de enero de 2018

Republicana Ana París, el horror fascista hasta el final...

Ana París, 1932. Fuente: Olivia Carballar en http://maspublico.org/asi-asesinaron-a-ana-paris-2/



El 5 de febrero de 1938, hace casi 80 años, ejecutaron por garrote vil a una mujer en la Prisión Provincial de Sevilla. No se conoce el caso de ninguna otra mujer estrangulada de esa forma en Andalucía. ¿El motivo? Ser una republicana y militante sindical que se opuso a los facciosos en las primeras horas de la sublevación de los generales fascistas del 18 de julio de 1936. ¿Su nombre? ANA PARÍS GARCÍA.

        Ana París García vivía en la calle Pérez Galdós de La Roda de Andalucía (Sevilla), importante nudo ferroviario próximo a Bobadilla (Málaga). Estaba casada con Juan Aniceto Díaz, tenía 38 años, una hija de cuatro años (Manoli) y un hijo de uno (Rafael). En tiempos del Frente Popular, fue Presidenta de la sección femenina de la UGT en la Casa del Pueblo. Ese fue su «delito». También que hiciera trabajo de proselitismo entre las mujeres del pueblo para afiliarlas, y que el 20 de julio del 36 animara a los hombres para que lucharan por la República y que «si no tenían armas que cogieran hoces, entregando ella misma varias de ellas», según le acusaron.
        En La Roda, después de algunas escaramuzas y momentos de indecisión, no triunfaron los golpistas de Queipo de Llano y desde el 21 de julio, tras la llegada de una columna de milicianos de Málaga, se instauró definitivamente el régimen republicano.
      Pero desde la ocupación del pueblo por la Columna del comandante Castejón el 29 de julio, la detención de Ana fue prioritario para los fascistas haciendo continuas averiguaciones sobre su paradero. La realidad es que Ana había rechazado la propuesta del comité republicano de La Roda de huir en tren a Málaga, pero ella sola y prefirió coger una bestia y ponerse en marcha con la familia. Después de una peregrinación por varios pueblos de los alrededores (Bobadilla, Antequera, Humilladero y Colonia de Santa Ana), fue denunciada en este último poblado y entregado a los falangistas, que la llevaron a La Roda y fue encarcelada hasta su posterior traslado a Sevilla. Previamente, en Antequera, después de un duro bombardeo franquista, su marido huyó solo y dejó a Ana y los niños alojados en la Casa del Pueblo para que volvieran al pueblo. A mediados de agosto de 1936 sería... No se imaginaba lo que iba a pasar después...
      La saña fue inimaginable. ¡Y era una mujer! Se le acusó, como a todos los republicanos que detuvieron, de participar en las muertes y ejecuciones de aquellos días de gobierno republicano. Y también del hecho de que en su casa se alojara «la sujeta» que había dado muerte al general retirado Ciriaco Iriarte.
Su suerte estaba echada. Trasladada a Sevilla y condenada a muerte en 1937, la ejecución tuvo lugar a primeros de 1938. A Ana nunca se le pasó por la cabeza que su muerte sería por garrote vil. El fusilamiento sólo sería un momento: un disparo y ya está. Un segundo con el que se pondría fin a la tortura. Ese era su único consuelo.
      Pero, poco después «y cuando parecía que Ana encontraba fuerzas, entraron funcionarios de la prisión para decirle que sería ahorcada y que una celadora tenía que pelarla antes. En ese momento, Ana se hundió completamente... El haber pensado que iba a ser fusilada y, de pronto, de forma brusca, conocer que sería ahorcada, fue superior a su capacidad de resistencia. Finalmente, se levantó, y cuando se la llevaban para pelarla y ejecutarla, se volvió hacia Dulce del Moral, su compañera de celda, y, quitándose unas horquillas del pelo, le dijo que se las diera a su marido cuando llegara a verlo, y le dijera que era lo único que podía darle...», cuenta el historiador José María García Márquez.
     Y lo más grotesco y dantesco, si cabe, ocurrió en el momento de su ejecución: “Se había ordenado a la celadora del departamento de reclusas que en la tarde anterior cortaran los cabellos a la mujer que había de ser ejecutada en la mañana siguiente, procurando dejar el cuello completamente despejado y libre de todo pelo. Como quiera que dicho corte no se realizó en la forma ordenada y debida, al colocar el verdugo el corbatín en el cuello de la condenada y manipular el torniquete, se enredó éste en los cabellos impidiendo la muerte fulminante como debía ser en funcionamiento normal, obligando al ejecutor a volver a colocar mejor el aparato, levantando bien los cabellos que estorbaban y consumándose así la ejecución, tras los naturales momentos de angustia de la víctima y del nerviosismo de los asistentes”, detalla José María García Márquez.

¡NI OLVIDO NI PERDÓN!

VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN


Para saber más:
 
http://www.foroporlamemoria.info/2012/05/asi-asesinaron-a-ana-paris/, donde se reproduce el artículo de Olivia Carballar en maspublico.org

Capítulo «Sentencia ejemplar o venganza? El proceso de Ana París Garcia» de Joaquin Octavio Prieto Pérez en el libro «La Historia, lost in translation?: Actas del XIII Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea», de Damián A. González, Manuel Ortiz Heras y Juan Sisinio Pérez Garzón. Editorial de la Universidad de Castilla La Mancha. Cuenca, 2017.


(Extraído del libro en prensa de Manuel Almisas Albéndiz «El papel de la mujer en la prensa republicana malagueña, julio 1936-febrero de 1937» (Editorial El Boletín).



miércoles, 24 de enero de 2018

Francisca Ruíz Mañíz- Represión fascista en La Línea

Fuente: Vida Nueva (Málaga) del 31 de octubre de 1936


«En Gibraltar convalece una de las muchísimas víctimas de los rebeldes»

Cuenta el reportero en esta noticia que Francisca Ruíz Mañiz, de 60 años de edad, sufrió los rigores de la barbarie fascista por el solo hecho de que tres de sus hijos habían estado afiliados al Sindicato de Albañiles de la CNT. Esta es su historia:
        Francisca, vecina de La Línea, quiso pasar a Gibraltar para entregarle a uno de sus hijos, allí refugiado desde el 19 de julio, unos pantalones que necesitaba. Al ir a entrar a Gibraltar fue registrada por una matrona del servicio fronterizo, a quien llaman «la Barbera» y al encontrarle unos pantalones de hombre la denunció a los falangistas de la frontera. Éstos fueron a avisar a su jefe al que llaman «El gordo de las Pananas» y dio orden de que la llevaran al Círculo en La Línea. 
       Al llegar la obligaron a tomarse un vaso de aceite de ricino con gasolina, diciéndole que si no se lo bebía rápido le darían otro igual. A pesar de los llantos, las súplicas, y las protestas de inocencia de la anciana, los falangistas se salieron con la suya. Acto seguido la siguieron por la calle mofándose de ella y escarneciéndola. Francisca pudo llegar, no sabe ni cómo, a Gibraltar y allí su hijo al ver el estado en que se encontraba la internó en el Hospital de la colonia británica. Un médico inglés la atendió con un interés extraordinario, lleno de piedad hacia ella e inflamado de indignación hacia los asesinos falangistas. 
       Francisca se salvó de la muerte pero sufrió las consecuencias de la barbarie fascista y en ese momento seguía en estado grave y hospitalizada en Gibraltar.

¡¡ASESINOS, CRIMINALES!!

(Extraído del libro en prensa de Manuel Almisas Albéndiz «El papel de la mujer en la prensa republicana malagueña, julio 1936-febrero de 1937» (Editorial El Boletín).

martes, 23 de enero de 2018

Amparo Barayón, pianista y sindicalista vilmente asesinada


AMPARO BARAYÓN MIGUEL 
(Zamora, 1904; Zamora, 1936)

     Muchas habréis oído hablar de Ramón J. Sender, Premio Nacional de Literatura ya en 1935, y escritor conocido (aunque no tanto como quisiéramos), pero ¿quién conoce a Amparo, su mujer, compañera y madre de sus hij@s?
     Amparo fue una notable pianista pero que tuvo que ponerse a trabajar para ganarse la vida. Primero en el Café Iberia, después en la delegación del Ministerio de Agricultura y por último como comercial de ventas de Telefónica, con las oposiciones aprobadas. Todo esto lo compaginó con recitales de piano y una actividad cultural en su pueblo natal.
     En 1930 se traslada a Madrid para seguir trabajando en telefónica y se afilia a la CNT participando activamente en la huelga de 1931. Por este motivo la echaron de la empresa y subsistió con trabajos de mecanografía y clases particulares de piano. 
     Asistiendo a las actividades culturales del Ateneo de Madrid y a las reuniones del Sindicato conoció al que sería su compañero sentimental y con el que posteriormente se casaría en una ceremonia civil, Ramón J. Sender, intelectual anarquista en aquellos tiempos. En 1934 nació su primer hijo, Ramón, y en 1936 su hija Andrea. 
    El 18 de julio de 1936 el matrimonio veraneaba en la sierra de Madrid y decidieron que ella se fuera a Zamora con su hijo y su hijita de meses a casa de sus padres «donde estarían más tranquilos y a salvo». Él se fue a Madrid y se encuadró en el 5º Regimiento de Milicias y marchó al frente. 
   Ramón no volvió a ver más a Amparo. La detuvieron el 28 de agosto con su hijita Andrea y el 29 entró en prisión. El 10 de octubre le quitaron a su hijita y la llevaron a un Orfanato, y un día más tarde, el 11 de octubre de 1936,  la entregaron a un grupo de falangistas que la fusilaron en el Cementerio de Zamora. Tenía 32 años de edad.
   Amparo escribió una última carta que logró sacar entre los pañales de Andrea. Y en ella le escribía a su marido:
«No perdones a mis asesinos que me han robado a Andreína, ni a Miguel Sevilla que es culpable de haberme denunciado. No lo siento por mí, porque muero por ti. Pero ¿qué será de los niños? Ahora son tuyos. Siempre te querré».
Ni olvido ni perdón.
Verdad, Justicia y Reparación.



Para completar:
Imagen y Texto de María Torres en http://www.buscameenelciclodelavida.com/2014/08/amparo-barayon-miguel.html





lunes, 22 de enero de 2018

Tina Valladolid y las mujeres ciclistas de 1936

Fuente: Estampa de 4 de julio de 1936
Tina Valladolid, madrileña, del Club ciclista Portillo, campeona de Castilla, 1936. Se valoraba que el deporte, y destacar en él, no implicaba perder la feminidad. 

Fuente: Estampa de 13 de junio de 1936

«Las ciclistas de Madrid quieren luchar contra los hombres. 
Deporte, alegría y casticismo».

    Son tres los clubs de ciclismo que tienen socios femeninos, donde las mujeres tienen la misma ficha de corredor que los varones: Chamartín, Ventas y Velo-Club Portillo. Este último club es el que se lleva la palma en número de corredoras y en calidad, pues a él pertenece Tina Valladolid, campeona de Castilla de ciclismo y que ha hecho 100 km a una media de 30,7 km/hora. 
    Las seis ciclistas de la foto son Angelita Torres, María Álvarex, Segunda Castán, Enri Mena, Maruja López y Blanca Giner, ciclistas del Club ciclista Portillo (Madrid).




domingo, 21 de enero de 2018

Feministas de principios de siglo XX

Imagen aparecida en la portada de El País del 10 de diciembre de 1905.

    Se informa de que se reanuda el periódico La Conciencia Libre en Málaga. Su directora es Belén Sárraga. Es una lástima que la gaditana Amalia Carvia Bernal no entregara a tiempo su fotografía para su publicación, pues es la que falta en este plantel de mujeres feministas de su época,  librepensadoras, anticlericales y republicanas.

   Muy pocos meses antes, en 1904, «la propagandista republicana Belén Sárraga es condenada el día 4 de septiembre a dos meses y un día de arresto mayor, por las manifestaciones que hizo contra el general Polavieja aprovechando una visita de éste a Málaga. Polavieja, delegado regio de la Cruz Roja, había llegado a la ciudad para participar en diversos actos de la citada institución y se hospedó en el Hotel Roma. El 17 de enero, Sárraga pronunció a las puertas del hotel un discurso contra el general, a quien la prensa republicana de la época censuraba por el fusilamiento de Rizal, poeta y héroe de la independencia de Filipinas. Momentos después fue detenida por la policía».

LA LUISA MICHEL ESPAÑOLA

   Sobre este hecho se publicaba en Caras y Caretas de Buenos Aires del 22 de octubre de 1904, y se hablaba de Belén Sárraga como famosa oradora, escribiéndose: «Una especie de Luisa Michel española, Belén Sárraga, conocida por lo caluroso de su prédica contra las instituciones y la sociedad actual, ha sido procesada a causa de los gritos de rebelión lanzados por ella en Málaga».




miércoles, 17 de enero de 2018

Rosita Díaz. Para la futura biografía...




     Ayer me encontré con esta imagen nueva de Rosita Díaz Gimeno (Foto Llompart) que no conocía ni había visto en mis búsquedas por internet. Es la portada de la revista Estampa del 29 de febrero de 1936. Dentro hay un reportaje de tres páginas sobre los mercados de Madrid.
     Una muestra más de la popularidad que tenía en esos meses nuestra «Sonrisa de la República».

sábado, 13 de enero de 2018

SOFÍA BLASCO, LA "SANTA LAICA", LA "MADRECITA"...


Sofía Blasco y su hijo Jaime - Frente de Somosierra (Madrid) en el verano de 1936. Fuente: «Pueblo de España. Diario de guerra de la Madrecita. Sofía Blasco. París, 1938».


CONOCÍ A SOFÍA BLASCO, LA «SANTA LAICA»,
EN EL FRENTE DE SOMOSIERRA...

 
El 12 de noviembre de 1936 el periódico malagueño Julio publicó un amplio reportaje sobre el frente de Somosierra (Madrid). Llevaba por título «Nuevas siluetas» y en realidad se trataba de uno de los artículos que el escritor y periodista Eduardo Zamacois1 acababa de recopilar en el libro «De la batalla, crónicas guerreras», editado ese mismo mes por la Federación Gráfica Española en Madrid. En dicha entrega, después de narrar sus vivencias con distintos mandos y oficiales de las milicias populares, se detuvo especialmente en una mujer singular. La noticia no me dejó indiferente y espero que la figura de Sofía permanezca también por siempre en vuestros corazones...

«...Va muy vencida la tarde cuando nos trasladamos a La Cabrera, en la sierra norte de Madrid, con el deseo de abrazar a Sofía Blasco, digna hija de aquel maestro de la crónica -tan admirable por su flexible talento como por su señorial figura- que se llamó Eugenio Blasco.
A Sofia -que oculta su personalidad de escritora bajo el seudónimo de “Libertad Castilla”- la encontramos metida en una especie de poncho marroquí de color pardo, desnuda de pie y pierna y con visillo de tul blanco prendido en los cabellos a modo de turbante. Alta, robusta, ojinegra...
Sofía Blasco, activa, inteligente y poseída de una inextinguible piedad hacia los que sufren, dispone de un camión -del que ha hecho “la razón” de su vida- con el cual sale todas las mañanas a avituallar a los bizarros fusileros de las “avanzadillas”.
Cuando se trata de hacer el bien, esta mujer sin par no conoce el cansancio ni el miedo. Sofía ha matado su egoísmo, ha matado su “yo” para mejor arder en las vivas llamas de la caridad. Es una santa laica, y si le recordamos su desinterés, sus abnegaciones, sus sacrificios constantes en pro de los demás, responde encogiéndose de hombros:
- Estoy purificándome…
Los soldados la llaman “la Madrecita”, y siempre que necesitan algo, a ella recurren. A diario, no bien asoman los primeros destellos de la aurora, Sofía Blasco se planta en la línea de fuego. La gente inmediatamente corre a recibirla y ella para todos tiene un donaire o una frase amistosa. Como si fuese omnipotente, les pregunta:
-¿Queréis algo?
Uno responde:
- “Madrecita”, mira, no tengo alpargatas.
- No llores. Yo te buscaré unas que te estén bien. ¿Qué más necesitas?
- Nada más.
Otro dice:
- “Madrecita”, desde ayer no fumo.
- Te traeré tabaco, calla. Veremos de dónde lo saco.
Y otros:
- “Madrecita”, procúrame una manta. Anoche aquí tuvimos mucho frío.
- “Madrecita”, me aburro, necesito libros…
- “Madrecita”, mira cómo tengo este pie. Me clavé una espina y no puedo andar. Dame algo que me cure.
“La Madrecita” sonríe, satisfecha de ser tan necesaria.
- Bueno -murmura-, enterada. No os impacientéis. Ya se arreglará todo.
Y a la mañana siguiente reaparece en su camión, trayendo cuanto ofreció, medicinas, alpargatas, tabaco, mantas, libros…».

Hasta ahora Sofía Blasco había sido una gran desconocida y creo que no se ha puesto mucho empeño en investigar y escribir una biografía completa y ajustada a su elevada talla humana y artística. Este es el modesto objetivo del presente trabajo para el cual he recopilado alguna información más sobre su vida -y no solo en el frente de combate-, con el fin de hacer más visible y reluciente a esta mujer para quien todos los hombres y mujeres de las milicias populares antifascistas eran «sus hijos». 
 
1Eduardo Zamacois y Quintana (Cuba, 1873-Buenos Aires, 1971). Prolífico escritor de la generación del 98, pronto abrazó las ideas republicanas, abordando en sus obras temáticas comprometidas y sociales. A partir del 18 de julio de 1936, con 62 años edad, se alistó como miliciano en el Batallón de Artes Gráficas donde actuó como corresponsal de guerra. Después estuvo en los frentes de Extremadura, Toledo y Aragón. Fruto de esa vívida experiencia escribió en 1938 su novela El asedio de Madrid (Barcelona, Ediciones Mi Revista). Ante la inminente toma de Barcelona en 1939 se exilió en Francia, y tras pasar por México y EEUU se afincó en Argentina donde falleció.

(...)

Para ver el artículo completo en Kaos en la Red:

viernes, 12 de enero de 2018

Remedios Jover, Teniente republicana


TENIENTE REMEDIOS
 
... Otra teniente de infantería se llamaba Remedios Jover Cánovas, conocida como «La Teniente» o «La Casera». Aunque nacida en Orán, pronto se instaló en Petrer (Valencia) y comenzó su vida laboral y sindical en la industria textil.        
       En julio de 1936, dejó sus dos hijos con sus padres y formó parte del «Batallón Octubre 11» de las Juventudes Socialistas Unificadas de Valencia, y partió a defender Madrid. El 1 de agosto partía al frente de la Sierra encuadrada en la 8ª Compañía y pronto sobresaldrá por su valentía y arrojo. Distintos testimonios de compañeros de armas cuentan que en momentos difíciles y de peligro, Remedios les arengaba y animaba a salir de la trinchera y combatir; en otros momentos, cargaba de los heridos o enterraba a los muertos. Por su valor en combate Remedios Jover fue ascendida el 3 de septiembre al grado de Sargento. Estando en la batalla de Cabeza Lijar volverá a destaca por su heroísmo y su entrega por los camaradas, siendo herida gravemente en la cabeza el 15 de septiembre cuando llevaba a sus espaldas a un compañero mortalmente alcanzado por las balas. Por esta acción fue ascendida a alférez y al darse de alta el 31 de octubre pasó con su Batallón a la recién creada 30 Brigada Mixta, al mando del Comandante Manuel Tagüeña. 
      A finales de diciembre de 1936, su comandante le entregaba un documento donde a la vez que la ascendía a Teniente de Infantería, le comunicaba su cese en el ejército «por la exclusión de mujeres en sus plantillas». A pesar de esto, Remedios fue adscrita al Estado Mayor de la Brigada y actuó como oficial encargada del abastecimiento de víveres y suministros.

Para saber más:
Artículo de Esther Gutiérrez Escoda disponible en:

martes, 9 de enero de 2018

Anita Carrillo, Capitana Republicana de Cortes de la Frontera (Málaga)




Mientras se prepara la Segunda Edición ampliada de la vida de esta excepcional mujer, os dejo con este texto que apareció en Todos los Nombres:

Ana Carrillo Domínguez nació en 1898 en Cortes de la Frontera, un pueblo malagueño de la Serranía de Ronda. No sabemos si tuvo más hermanos o hermanas, pero sí que su padre se llamaba Diego Carrillo, jornalero, y su madre Josefa Domínguez.
       Según contaba ella, de jovencita vivió con su familia en Málaga capital, a donde habían emigrado desde el pueblo, y esto escribía Margarita Nelken en la revista Estampa (marzo de 1937) de forma poética y literaria sobre su juventud:
Anita Carrillo fue, primero, una ráfaga del campo andaluz, una de esas niñas que los turistas suelen encontrar “pintorescas” y buenas modelos para sus “kodaks”, y que la realidad de la miseria cotidiana obliga a ganarse el pan, el pobre cacho de pan, como un hombre, a la edad en que las niñas de los países sin tanto pintoresquismo y tanto latifundio van a la escuela y tienen juguetes. Luego fue una mocita pinturera que seguía trabajando como no se debería trabajar, y, muy pronto, a los dieciocho años, una casadita hacendosa, que tenía su pisito de Málaga como los chorros del oro. Luego fue, al igual que su compañero, una militante socialista.
      En su expediente penitenciario de 1955 se confirma este dato, manifestándose que Ana Carrillo estuvo afiliada al Partido Socialista, al igual que su esposo José Torrealba, en el que desarrolló una «activísima propaganda, dirigiendo ella la que se refería a las mujeres, interviniendo incluso públicamente en mítines».
          No se sabe cuándo se instaló en La Línea (Cádiz), pero Anita se casó con José Torrealba Ordóñez, natural de Faraján (Málaga), y en La Línea ya están domiciliados ambos en el n.º 10 de la calle de La Paz, sin hijos, en julio de 1935.
         La primera noticia en la que aparece Anita en la historia con nombre y apellidos fue durante la campaña de las elecciones generales de febrero de 1936, y ya nos habla de su grado de implicación y dedicación dentro del radio comunista de La Línea; no era una simple militante que pintaba con brocha en los muros del barrio linense del Zabal, sino una veterana militante socialista con experiencia y renombre en las vecinas comarcas malagueñas. El lunes 10 de febrero de 1936 intervino Anita Carrillo en un acto electoral en La Línea (Cádiz) para pedir el voto para el Frente Popular o Frente Popular de Izquierdas, como se le denominó en la provincia de Cádiz1. Junto a Anita intervinieron Eugenia Hernández Iribarren (escritora y abogada republicana de Madrid), José Vargas y Ángel María de Lera, del Partido Sindicalista de La Línea.

Seguir leyendo en:
http://www.todoslosnombres.org/content/biografias/ana-carrillo-dominguez




viernes, 5 de enero de 2018

Rosita Díaz, 1935.
Fuente: Revista «Cinegramas» de 2 de junio de 1935.

 
LOS FASCISTAS DE QUEIPO DE LLANO
ASESINARON «LA SONRISA DE LA REPÚBLICA»
-La rocambolesca historia de la actriz Rosita Díaz Gimeno-

Por Manuel Almisas Albéndiz


Rosa Díaz Gimeno (Madrid?, 1911?1-Nueva York, 1986), de padres andaluces según aseguraba ella, la actriz más importante y popular en los años de la República para muchos críticos, calificada como «La sonrisa de la República» por el historiador del cine Roman Gubern, y fallecida en el exilio, aún no tiene una biografía completa como con toda justicia se merece. Su propio marido, Juan Negrín Jr., hijo mayor del que fuera último presidente de la República Española, encargó una biografía de su mujer, pues seguía siendo una total desconocida en la España tardofranquista y en las primeras décadas de la Transición, pero no se terminó o no se publicó, que sepamos. Mientras esta deuda histórica se salda, quiero recuperar, y extenderme con algunas noticias novedosas, una parte de su vida realmente fascinante y novelesca.

El 25 de febrero de 1937 aparecía en la portada del Oakland Tribune de California (EEUU) la noticia de la ejecución de la conocida actriz española Rosita Díaz acusada de espionaje a favor del gobierno leal republicano. La noticia estaba ilustrada con una fotografía de su llegada a Hollywood en 1934 cuando se bajaba del tren en compañía de otra conocida actriz de aquellos años, su amiga mexicana de padre español Rosita Moreno.
        Un día más tarde, el 26 de febrero, aparecía nuevamente en la portada del más importante periódico de Pensilvania (EEUU), el Reader Eagle, la siguiente noticia: «Destacada actriz ha sido ejecutada por espía» con el pie de foto de «ROSITA DÍAZ», debajo del cual se escribía una breve reseña biográfica, donde destacaba que Rosita había actuado en París junto a Maurice Chevalier.

1En la época se publicaron las fechas de 1908 y 1911 como posible nacimiento de la artista, pero Javier Barreiro (ver Bibliografía) apunta la posibilidad de que Rosita (o Valera) fuera de un pueblo de Zaragoza y naciera en 1907.


Enlace al querido semanario La Andalucía, que han tenido la amabilidad de publicar este trabajo:
https://laandalucia.org/la-sonrisa-de-la-republica-rosita-diaz/

martes, 2 de enero de 2018

Muerte heroica de la miliciana Antonia Salgado, «La Libertaria»



Francotirador en el Puente de la Ventilla (Ronda) presuntamente disparando a Antonia Salgado. Fuente: «De la Gesta Española. Breviario de la conquista de Ronda» (6)



LA MILICIANA ANTONIA SALGADO, «LA LIBERTARIA», 
MURIÓ HEROICAMENTE EN EL FRENTE DE RONDA


Palabras del genocida Queipo de Llano sobre Antonia pronunciadas en la radio la noche del 18 de septiembre:
Como cosa curiosa, se cita a la Libertaria, engendro del infierno, que recibió un balazo que la atravesó de parte a parte...”
(ABC de Sevilla, 19 de Septiembre 1936).


             Titulares de la prensa republicana de Madrid:

- «Cómo murió la antifascista portuguesa Antonia Salgado», El Sol (Madrid) de 26 de septiembre de 1936
- «Heroica muerte de una miliciana portuguesa», La Libertad (Madrid), del 26 de septiembre de 1936.
- «Muere heroicamente una miliciana portuguesa». ABC de Madrid del 26 de septiembre de 1936.
- «Muerte heroica de una portuguesa antifascista», La Voz (Madrid), portada del viernes 25 de septiembre.

En todas las noticias, que solo en La Voz fue motivo de portada y con tipos en negrita, aparece un pequeño texto fechado en Málaga y distribuido por la Agencia de noticias Febus.

Como se ve, nada desvelaba que esa mujer fuera miliciana antifascista y que había muerto en el Frente de Ronda (Málaga) de forma heroica. Al margen del desafortunado titular, el texto sí era muy interesante y extenso dando a conocer a una mujer excepcional. Y otra cosa que le daba un gran valor añadido era que la noticia estaba firmada por «Miguel P. Cordón».
      Miguel Pérez Cordón (Jerez, 1909-Cartagena, 1939), era un destacado anarquista que fue compañero de María Silva Cruz, «La Libertaria», nieta de Seisdedos, asesinado en Casas Viejas. Como periodista y escritor que era, fue el primero que llegó a Casas Viejas en 1933 para cubrir la noticia. Así fue como conocería a María y se casaría con ella estableciéndose la familia en Paterna de la Ribera (Cádiz) donde vivía Miguel. El día que fusilaron a María Silva en esa localidad, la población masculina había huido precipitadamente temiendo la represión franquista sin imaginar que la violencia podía cebarse en sus mujeres e hijos. Según explica Gutiérrez Molina (1), Miguel nunca se perdonó haber abandonado a su esposa y a su hijo Sidonio, a pesar de que nadie podía intuir que la brutalidad iba a alcanzar esos niveles. A María «La Libertaria» su marido le dedicó poesías y artículos escritos en los tres años que siguieron a su ejecución. «Calladamente, vivía las ideas. Repudiaba el exhibicionismo (...) El plomo de los fascistas y la Guardia Civil destrozó su cuerpo. La heroína de Casas Viejas murió sin perder su habitual serenidad», publicaría Miguel, refiriéndose a María, en el diario Fragua Social en 1937.

Enlace al artículo completo publicado en Kaos en la Red:
http://kaosenlared.net/la-miliciana-antonia-salgado-la-libertaria-murio-heroicamente-frente-ronda/

lunes, 1 de enero de 2018

Las mujeres rapadas durante la sublevación franquista-Málaga



 
LAS MUJERES RAPADAS DURANTE LA SUBLEVACIÓN FRANQUISTA A TRAVÉS DE LA PRENSA REPUBLICANA MALAGUEÑA

 
        Muchas personas conocen, por haberlo oído a través de multitud de testimonios orales, la feroz represión que sufrieron las mujeres republicanas por parte de las fuerzas falangistas y de regulares, principalmente, en las primeras semanas de la sublevación de los generales rebeldes el 18 de julio de 1936. En todos los pueblos se conocen historias parecidas: muchachas y mujeres que se habían señalado de alguna manera durante el periodo republicano fueron detenidas, vejadas, violadas en muchos casos, y rapadas y obligadas a tragar aceite de ricino para después ser paseadas por las calles del pueblo para mofa pública y terrible vergüenza propia. A veces se las afeitaba las cejas también1 o como en Córdoba y Extremadura, les dejaban un mechoncito de pelo donde le ponían lazos para hacerlas parecer más ridículas.
      La profesora sevillana Pura Sánchez ha investigado esta doble represión sobre las mujeres republicanas en su libro «Individuas de dudosa moral. La represión de las mujeres en Andalucía (1936-1958)» editado en 2009, y a ella me remito para su profundización. Lo que aquí quiero subrayar es la escasez en nuestra tierra de fotografías de estas mujeres y, por tanto, la escasa información de este tipo de represión en la prensa de la época. De hecho, la fotografía que ilustra su portada pertenece a las mujeres rapadas de Oropesa (Toledo), si bien es verdad que el profesor y cronista oficial de la villa de Lucena (Córdoba) Arcángel Bedmar ya había utilizado en 2001 para la portada de su libro «Los puños y las pistolas. La represión en Montilla (1936-1944)» una foto, igualmente impactante, de jóvenes y mujeres rapadas en el patio del Ayuntamiento de Montilla (Córdoba). Por cierto, quien quiera conocer detalles de esta fotografía, puede consultar la entrada de su blog, imprescindible para los interesados en la Memoria histórica de la provincia de Córdoba: https://arcangelbedmar.com/2017/02/13/la-fotografia-de-las-mujeres-peladas-en-montilla-durante-la-guerra-civil/
        Es verdad que hay muy pocas imágenes que visibilicen este cruel tipo de represión franquista, pero la investigación de la prensa de la época puede llevarnos a descubrir algunas otras. Por ejemplo, en el periódico madrileño Ahora se publicó el 2 de octubre de 1936 en una página titulada «La lucha contra la sublevación fascista», una imagen de gran tamaño con dos mujeres rapadas con este pie de foto: «Los bárbaros instintos de las hordas fascistas han dejado sus huellas en estas mujeres vascas, a las que despojaron de sus cabellos en uno de los pueblos norteños». Esta misma imagen se publicará en la revista gráfica madrileña Estampa ocho días más tarde en una página que rezaba «La mujer española, ultrajada por los fascistas». En este caso, la imagen venía acompañada con este pie de foto: «Los instintos zoológicos de los generales sublevados contra la República se han desencadenado también contra las mujeres. A estas dos republicanas de las provincias vascas los facciosos les han infligido el escarnio y la humillación de despojarlas de los cabellos. En su ferocidad selvática, los rebeldes agravian la dignidad humana y la dignidad del sexo femenino».

1 Reportaje sobre la represión en Sástago (Zaragoza) aparecido el 3 de febrero de 1937 en La Vanguardia de Barcelona: «Después de todo lo que te acabamos de explicar, ya puedes comprender la vida de los pocos que quedan de los nuestros, ya que tienen que presenciar escenas tan denigrantes como la de cortar el pelo y afeitar las cejas a las mujeres de nuestros camaradas por cosas tan fútiles, como por ejemplo, el ir sin medias. Excuso decir lo que hacen con las que son agraciadas, incluso con chiquillas...».

Enlace al artículo completo publicado por «Todos los nombres»:
http://www.todoslosnombres.org/sites/default/files/tln_almisas_mujeres_rapadas.pdf



A modo de presentación...

HABLO DE MUJERES
COMPENSAR LA HISTORIA


    Con este blog pretendo ir publicando textos e imágenes de mujeres desconocidas cuya historia merece la pena saberse. 
       Todos los textos serán originales y espero compensar un poco la historia del mundo, que tantísimas veces ha sido la historia del mundo masculino.

¡Bienvenidas y bienvenidos!

ANTONIA FERNÁNDEZ SERVÁN, ANTIFASCISTA, COMUNISTA Y PRIMERA TENIENTE DE ALCALDE DE LA CÓRDOBA (1936)

  Imagen : A la izquierda, primera plana de La Voz (diario republicano de C órdoba) del 25 de marzo de 1936: «Constitución del Ayuntamiento...